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528 ENRIQUE RIVERA Pero san Bernardo tiene un aspecto negativo, silenciado muchas veces, pero que el historiador de las ideas ha de tener en cuenta. Se trata del panegírico a la fuerza, puesta al servicio del Cristianis mo, como en el caso de los templarios, y la denuncia acre y desme surada de los desórdenes del tiempo, máxime del clero y del mona cato. Este doblé aspecto negativo de san Bernardo, más el segundo que el primero, se percibe igualmente en san Antonio. Exagera cier tamente Miguel de Unamuno al contraponer san Antonio a san Fran cisco cuando escribe: «La caridad tierna y compasiva de Francisco de Asís se trueca en ardiente y belicoso ordenancismo en el portu gués Antonio de Padua». Y en otro pasaje: «Un portugués, el impe tuoso san Antonio fue el que primero peleó contra los herejes en la Orden de paz y de tolerancia del pobrecito de Asís»6. Tales afirma ciones, escritas aquí, en Salamanca, son un reto intelectual que está pidiendo por parte nuestra una respuesta adecuada. Pero no es posi ble negar el trasfondo de dureza, poco franciscana, que rezuman algunas páginas de los escritos de san Antonio. Estas páginas pro longan las injustificables diatribas de san Bernardo. Resta, finalmente, anotar otro influjo primordial en aquella época de cambio. Y cosa chocante, el Hno. Antonio no lo asume. Más bien lo silencia. El texto inicialmente citado de M. Grabmann pone en evidencia este tema al señalar la doble vertiente intelectual del saber teológico en torno al 1200: hacia la Patrística del pasado y hacia su sistemática organización cara al futuro. Constatan los his toriadores que de este cambio —revolucionario ha sido llamado jus tamente— fue agente máximo la aplicación a la Teología de la filo sofía de Aristóteles. Más en concreto: de su lógica y su metafísica. La Lógica Vetus, asignatura del Trivium] venía, ya de siglos, siendo muy utilizada. La pugna entre dialécticos y antidialécticos atestigua que no siempre fue en paz. Pero la cuestión vino a hacerse acre cuando, en la segunda mitad del siglo xn, la Lógica Nova comenzó a utilizarse junto con la Metafísica. La Lógica Nova señaló el valor de la ciencia y el método para adquirirla; la Metafísica dio los prin cipios supremos, aplicables a todo el saber humano. También a la 6 M. de U n am uno , En tomo al casticismo. III. El espíritu castellano, en Ensa yos, M. Aguilar, Madrid 1945, I, pp. 88 y 97.
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