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ANTONIO DE PADUA Y LA SAGRADA ESCRITURA 509 2 . E structura La mayor parte de los Sermones responde a un esquema bas tante uniforme, si bien habría que advertir algún matiz diferencial entre los dominicales y los festivos. Al principio de cada sermón aparece una lista de «themata» (ésta es una diferencia con los festi vos que carecen de ella), una especie de sinopsis, que no es tanto un esquema del sermón cuanto parte de un índice general que iba al final de los sermones para comodidad y utilidad del predicador. El tema general, muy frecuentemente tomado del evangelio del día, puede, sin embargo, fundarse también en la primera lectura: epístola de san Pablo (III domingo de Adviento) o Hechos de los Apóstoles (Pentecostés). En los sermones marianos es el libro del Eclesiástico quien ofrece los textos inspiradores. Los libros históri cos del Oficio, el introito y las epístolas de la Misa ofrecen los tex tos secundarios. Enunciado el tema principal, viene el «protema, exordium» o «prologus consonans», como lo llama san Antonio, que se abre casi siempre con una cita del AT conectada por el sentido y el vocabulario con el tema principal. Está dirigido este «prólogo» a los predicadores y a la predicación en general. Afirma haberlo introducido, junto con las etimologías y las descripciones de orden naturalista, para adaptarse a los gustos, «a la insípida sabiduría» del momento, para que la palabra de Dios no fuera minusvalora- da. Al final del protema es retomado el tema principal y dividido en diversas cláusulas. El mismo procedimiento recibe el tema secundario, cuya división se corresponde con la del tema princi pal. Así la epístola u otra lectura veterotestamentaria es constante mente asociada al comentario evangélico. La exposición del tema se hace a través de los siguientes momentos: los sentidos bíblicos, la cita de otras «autoridades» tomadas de la Sagrada Escritura, la doctrina de los Padres, ayudas filológicas o de ciencias naturales y de ejemplos. La obra se concluye con una advocación final. Tema, protema, división del tema, desarrollo y advocación final son los momentos estructurales de la «cuadriga» antoniana. Por ejemplo, en el domingo de sexagésima se lee la parábola del sembrador (Le 8, 5-8 ), y en el oficio, la historia del arca de Noé (Gn 6, l4ss.). Al final del protema advierte: «en este evangelio son
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