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FRAY LUIS DE LEÓN, EN LA SENDA SALMANTINA.. 123 Como botón de muestra nos sirve la excursión cultural llevada a cabo a La Flecha en abril de 1904. Veamos las noticias que el periódico local «El Adelanto» facilita sobre dicho acontecimiento. En la nota que ofrece en su primera página del martes 12 de abril — Excursión a la Flecha, que también aparece el día anterior—, da cuenta del programa con el que, para honrar la memoria de fray Luis, se invita a los asistentes a la lectura de textos al tiempo que señala la intervención de alumnos universitarios de Lengua y Litera­ tura española y Bibliología. El viernes 15 comenta el diario la presencia en los actos de L. Maldonado y la de alumnos como Federico de Onís —que leyó un trabajo— y Galán (C.) —lector de algunos fragmentos de fray Luis—. El número correspondiente al martes 19 dedica casi toda la pri­ mera página al discurso leído por Federico de Onís el pasado día 14 en La Flecha Sobre el maestro León. Este estudiante aventajado hace defensa del romance —de la lengua popular—, señala como una enfermedad el mirar siempre hacia atrás —ya que los que lla­ mamos clásicos miraron también lo vivo y lo natural— y reclama, en fin, la atención a fray Luis y al pueblo: Hay que renovar la santa doctrina del maestro León y empa­ parse en pueblo y estudiarle y escribir para él (...) 10. Este unamuniano empaparse en pueblo , tan experimentado lite­ rariamente en Salamanca por estos años —como revelan las obras de autores muy representantivos (Galán, Maldonado)— es reclama­ do en el marco clásico de La Flecha, lugar ameno en el que tam- 10 Defiende Onís la tendencia de los escritores a empaparse en el espíritu del pueblo, siendo los más celebrados autores los que mejor han logrado interpretarlo. Así van los modernos escritores a enriquecer su lenguaje con el habla de las aldeas y alquerías; a buscar en ellas figuras, imágenes y tropos, argumentos para novelas y poemas, inspiraciones líricas, observaciones filosóficas, historia interna. Volveremos, después de terminada esta fiesta, a la •ciudad de las altas torres», según el decir de un canto p o p u la r —dice Onís en la parte final de su discurso, estableciendo un puente entre el dicho popular y el hallazgo poético de Unamuno al nominar a Salamanca.