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124 FERNANDO E. GÓMEZ MARTÍN bién se llevan a cabo otros acontecimientos altamente significativos en fechas cercanas. En el mes de marzo de 1905, escasamente un año después del referido tributo a fray Luis, es otra vez La Flecha el escenario esco­ gido a propósito del homenaje que por entonces se dedica al poeta salmantino Gabriel y Galán, fallecido prematuramente dos meses antes. Entre los actos programados, además de la Velada del día 26, personalidades y hombres ilustres de la vida salmantina efectúan La gira a la Flecha, a instancias de Luis Maldonado. Con la atención especialmente dispensada a doña Emilia Pardo Bazán —llegada a Salamanca para celebrar el homenaje al autor de Frades—, se trasla­ dan al paraje delicioso de fray Luis, entre otros, Baldomero —her­ mano del poeta Galán—, Unamuno, Cándido R. Pinilla, Juan Domín­ guez Berrueta, Romano, Fernando Iscar, M. Núñez...11. La prensa local señala, entre la profusa información de los actos llevados a cabo en estos días, notas emotivas como la que hace refe­ rencia al llanto de un grupo de charros que no pudieron contener las lágrimas en La Flecha al oír los poemas de Galán 12. Como dice Pardo Bazán, Hay que guardar el recuerdo de lo grande, de lo bello y de lo noble para aleccionarnos en ello. La tra­ dición buena no estorba. 11 «El Adelanto» da cuenta detallada en los días que anteceden y siguen a La Velada (26 de marzo de 1905) de los preparativos, actos y discursos pronunciados. 12 No faltan ahora las relaciones que emparentan a Galán con fray Luis del mismo modo que no faltaron tres años antes cuando el padre Cámara presenta al poeta charro como el nuevo cantor de la vida del campo, de las virtudes del apaci­ ble hogar, de la influencia y mérito de la madre cristiana: Allí os envío soplos de auras que refrigeran; ecos sonoros que exta­ sían el ánimo. Nacen de nuestras extensas llanuras, cubiertas de flores y de mieses; de estos verdosos montes de encinas y robles; pues ya sabéis que a nuestra vera yergue todavía la cabeza la -cumbre airosa», y brota a su pie la -fontana pura» del autor de «La vida del campo»y de *La per­ fecta casada» (prólogo a Castellanas, Imprenta Calatrava, Salamanca 1902). Son soplos de auras y ecos sonoros nacidos del mismo entorno inspirador de fray Luis.

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