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110 ANTONIO LINAGE CONDE su vida religiosa, los compartimentos no son tan estancos, acaso en las cofradías de inspiración franciscana hayan proliferado más la titularidad de la cruz y sus prácticas penitenciales, los dominicos más polarizados hacia la vela por la ortodoxia, acordes con el ejem­ plo que dejamos puesto, aunque sin su estridencia 62. Y llegado el momento de abordar el ámbito español y sevillano de esta consolidación confraternal y la configuración concreta de la titularidad de la Veracruz, lo que predomina en nosotros es la grata sorpresa, ya que si, hasta hace bien poco, en Sevilla uno sólo podía deleitarse con su apoteosis cofradiera, ahora es hacedero también hacerlo ya en su conocimiento histórico, gracias al empuje, digno del fenómeno, que los recientes estudios sobre él han tomado súbitamen­ te. Concretamente, José Sánchez Herrero ha rastreado la aparición de algunas pocas hermandades de la pasión de Cristo en Castilla y Anda­ lucía entre los siglos x iii y xiv, aunque la cronología no esté clara en la de los Nazarenos de Sevilla o de la Santa Cruz de Jerusalén, pretendi­ damente ya de 1340 63. Pudiendo él concluir, ya para el siglo xv, y ello armoniza con el panorama foráneo calendado, que «todos los elemen­ tos estudiados confluyen en la aparición de la cofradía penitencial, de penitentes o flagelantes, que en la Castilla del cuatrocientos tuvo su primera manifestación en las cofradías de la Veracruz», siendo éstas «en la mayoría de los lugares las primeras cofradías de Semana Santa conocidas», concretamente en Castilla, Andalucía 64 y Murcia. Ahora bien, y ya en el ámbito de toda la historia de la Iglesia, no cabe duda de que mucho está por hacer en el estudio de sus 62 L. K . L it t le , Libertà, carita, fraternità. Confraternite laiche a Bergamo nell’età del comune (Bérgamo 1988) 49-54. 63 En Las cofradías, cit., 44-64; cf. F. G arcía de la C on cha D elg a d o , Estudio histórico-institucional de la primitiva hermandad de los Nazarenos de Sevilla, vulgo «El Silencio» (Sevilla 1987). 64 De la bibliografía citada por Sánchez Herrero citaremos A. S án ch ez G o rdi - llo , Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana (hay una edición de Sevilla, 1982), y S. M o n to to , Las cofradías sevillanas (Sevilla 1976). De las actas del Primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa (Zamora 1987), cita­ remos las comunicaciones de M. A. J aram illo G uerreira , sobre las cofradías de la cruz en Zamora (pp. 217-29); J. A. R ivera de las H eras , sobre la de Jesús del Viacru- cis allí mismo (pp. 429-53), y la de M. P eña G arcía , sobre la de la Veracruz de Ágreda (pp. 467-70).

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