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OPCIÓN DE JUAN DUNS ESCOTO ANTE DOS GRANDES.. 53 que las ideas están en Dios. Pero si ulteriormente se suscita la cues­ tión de cómo influyen las ideas divinas en nuestro proceso cognos­ citivo, en esta nueva cuestión ya tiene dificultades contra San Agus­ tín hasta llegar a negar la iluminación, tan cara a los agustinianos medievales l6. Mayor, si cabe, es la problemática suscitada contra Aristóteles en el primer miembro de este segundo punto. Escoto percibe sin duda que la gran innovación de Aristóteles ante las ideas de Platón fue hacerlas bajar del lugar celeste —kósmos noetós — a la realidad sensible de nuestro mundo. Pero, ¿qué pensó Escoto de estas quid- ditates rerum que, según él, incluyó Aristóteles en la realidad sensi­ ble? Responder a esta pregunta es entrar de lleno en la confron­ tación de Escoto con Aristóteles. Sobre ello tenemos ahora que deliberar. Lo primero que llana la atención en la crítica de Aristóteles a la teoría de las ideas de su maestro Platón es su honda ambigüedad. Totalmente al margen del platónico kósmos noetós en que viven las ideas, Aristóteles asevera en primer término que no hay otra reali­ dad existente que lo real concreto. Nos hallamos aquí en el polo opuesto al platonismo. Muy luego Aristóteles da media vuelta, y el platonismo atenaza su mente para hacerle ver que lo único inteligi­ ble en la realidad concreta es lo que ella tiene de necesario y uni­ versal: la idea que encierra. A esta idea Aristóteles la llama con su lenguaje propio ousía, es decir, la esencia o sustancia de la metafí­ sica posterior. Es, pues, necesario distinguir en la realidad sensible el individuo concreto, que existe de veras, y la esencia por la cual es lo que es. En verdad, si lo que realmente existe es lo concreto, lo único que a éste lo hace inteligible es la esencia. Ahora bien, per­ cibir la inteligibilidad es lo propio del saber filosófico. Por lo mismo, sólo este saber da conocimiento de los seres reales. Este conoci­ miento Aristóteles lo sintetiza en el vocablo ousía, razón última de todo lo que es. También la llama forma por su relación con la mate- 16 Ordinatio, I, d. 3, q. 4; III, pp. 123-172. Estudia el tema en perspectiva his­ tórica P. G arcía C astillo , Im crítica de la iluminación en Duns Escoto a la luz del neoplatonismo. Acta V Congr. Scotistici Intemat., Salmanticae, Romae 1984, pp. 204-215.

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