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OPCIÓN DE JUAN DUNS ESCOTO ANTE DOS GRANDES. 75 Por muy sabidas, creemos innecesario glosar las tesis tomistas del esquema, que resumen la metafísica del esse, propuesta por Santo Tomás, ya comentada anteriormente. Nos toca ahora analizar los textos de Escoto, que ponen ante los ojos un centro neurálgico de su metafísica. Cuatro momentos queremos estudiar para aclarar­ los: las esencias como meros posibles; las esencias como posibles futuros; las esencias como entidades reales, de donde la consecuen­ cia: no hay lugar para la distinción real entre esencia y existencia. Las esencias como meros posibles vienen a ser el punto de arran­ que de la metafísica esencialista de Escoto. Ya dijimos al enfrentarla con Platón que alaba a éste por su doctrina de las ideas, pero que no son subsistentes en sí mismas, sino presentes en la mente divina, según la corrección cristiana de San Agustín. Tiene modalidades muy propias la teoría escotista de las ideas, como meros posibles. Pero en lo substancial está acorde con Santo Tomás. Ambos asumieron de San Agustín tan alta metafísica, si bien la matizan de diversa manera61. Ya es muy distinta la postura de uno y otro ante el posible futu­ ro. Santo Tomás hizo examen de esta cuestión, que tuvo tanta reso­ nancia histórica, de modo muy detenido. Se pregunta en varias de sus obras si la ciencia de Dios conoce los futuros contingentes. Creyó hallar respuesta luminosa en su concepto de eternidad y en el poder de la inteligencia divina. En efecto, Dios puede conocer los futuros contingentes porque le son presentes. Y a la pregunta ulterior de por qué le son presentes, Santo Tomás alega este doble motivo. Primeramente porque Dios es la eternidad, que abarca el tiempo. Por tanto, todo lo sido, lo que es y lo que será se halla pre­ sente a la misma. En segundo lugar porque el entendimiento divino conoce desde siempre las cosas no sólo según el ser que tienen en sus causas, sino también según el ser que tienen en sí mismas, ya que en lo contingente en sí mismo no hay ser y no ser, sino sólo ser, aunque defectible y mudable 62. 61 E. G ilson , Jean Duns Scot..., o. c., pp. 306-316: Le possible et le contingent. P. S capin , Contingenza e libertà dimna in G. Duns Scoto, en Miscellanea francisca­ na, 64 (1964) 3-37, 277-324. 62 Summa contra Gentes, I, cap. 67: Quod Deus cognocit singularia contin- gentia futura. Summa 7 Ideologica , I, q. 14, a. 13: Utrum scientia Dei sit futurorum contingentium.

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