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OPCIÓN DE JUAN DUNS ESCOTO ANTE DOS GRANDES.., 47 preferencia por la prueba metafísica, fundada en el «ordo essentia- lis». Alega como razón primaria que le parece el camino más fecun­ do. Lo cual supone, como algo previo, que es el camino más segu­ ro. Pero admite que, como el ser tiene diversas propiedades, por ellas pueden sistematizarse diversos accesos metafísicos para llegar a Dios 5. Veremos muy luego cuán hondo fundamenta su preferen­ cia por el orden esencial. Esta referencia no le impide percibir otros caminos distintos del suyo, a los que valora justamente dentro de la crítica a que cree un deber someterlos. Hemos dado esta breve introducción a nuestro estudio para contribuir a echar por la borda la mala prensa que tantas veces ha denigrado la egregia figura de este gran pensador cristiano. La glori­ ficación de que ha sido objeto por parte de la Iglesia nos arropa ahora a quienes siempre estuvimos a su lado, aunque nunca nos declarásemos escotistas. La escuela cerrada está bien que haya pasa­ do. Y en este momento histórico, cara al tercer milenio, el proble­ ma no es de escuelas, sino de forjar un pensamiento vigoroso que ilumine a esta humanidad desorientada. En línea con este alto propósito abordamos en este estudio la opción asimiladora que realizó Escoto ante dos grandes metafísicas del espíritu humano. Para mejor precisarlas, las encarnamos en nom­ bres muy conocidos: Platón-Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. Los dos pensadores griegos formularon la metafísica de la «essentia», que transmitieron a la filosofía posterior como legado de vigencia perenne. Santo Tomás, en su intento de completar la metafísica de la «essentia», tuvo la genialidad de elaborar la metafísica del «esse», la cual no sólo completa la metafísica de los grandes pensadores griegos, sino que radicalmente la transforma. Contra lo que se ha escrito recientemente en España por I. Miralbell, al juzgar éste que la filosofía de Escoto viene a ser «una transformación del aristotelismo»6, la transformación que de éste 5 Tractatus de primo principio, c. 1, n. 2. (Utilizamos la ed. bilingüe de F. A lluntis , BAC, Madrid 1989). 6 I. M iralbell , El dinamismo voluntarista de Duns Escoto. Una transforma­ ción del aristotelismo, Eunsa, Pamplona 1994. (M i crítica a la obra aparecerá en varias revistas).

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