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OPCIÓN DE JUAN DUNS ESCOTO ANTE DOS GRANDES. 71 rio, los pensadores cristianos han hecho tema largo de sus medita­ das reflexiones tan hondo e inquietante problema. San Agustín preparó el terreno a esta reflexión metafísica con sus sentencias de tenso contraste entre el creador y la creatura. Recordamos una de ellas, que leemos en sus Confessiones. Hablan­ do con su Dios, le dice: «Existías Tú y otra cosa, la nada, de donde hiciste el cielo y la tierra, dos creaturas: la una cercana a ti; la otra, cercana a la nada — prope nihil —. La una no tiene más superior que Tú; la otra no tiene nada inferior a ella»52. Impresiona que San Agus­ tín llame a la creatura un prope nihil. Pero, ¿qué es esta casi nada? ¿Cómo se halla constituida? A esta pregunta Santo Tomás, con su escuela, ha reafirmado durante siglos que la raíz de la diferencia entre el Creador y la crea- tura y la constitución metafísica de ésta se halla en la distinción real de esencia y de existencia, propia de todo ser, excepto el mismo Dios, por ser Ipsum Esse Subsistens y fuente de todo ser. Hasta se ha pensado que esa distinción era la verdad fundamental de la filo­ sofía cristiana, según reza el título de la conocida obra de N. del Prado53. Santo Tomás, reiteradamente, la afirma contra algunos his­ toriadores que atribuyen al santo doctor lo que éste expone al comentar a Aristóteles. Muy luego veremos que Aristóteles no pudo pensar en esta distinción. Por lo mismo, Santo Tomás no tenía por qué mentarla en sus comentarios al mismo. Entre los muchos textos de Santo Tomás elegimos éste, en que contrapone el Esse subsistens —Creador— al esse participatum —creatura—. Dice así: «Esse enim subsistens non potest esse nisi unum... Oportet ergo quod quaelibet alia res sit ens participative, ita quod aliud sit in eo substantia participans esse, et aliud ipsum esse participatum»54. Subraya este texto que el esse subsistens tiene que tener unidad. Por el contrario, en el ser de un modo partici- pativo es algo muy distinto la sustancia que participa y el ser par­ ticipado. 52 Confessiones, lib. XII, c. 8, n. 9. (Ed. BAC, Madrid 1968, p. 513). 53 N. D el P rado , De veritate fundamentali Philosophiae Christianae, Friburgi 1911. 54 Quodlibetum, 3, q. 8, a. 20.

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