PS_NyG_1995v042n002p0045_0086

68 ENRIQUE RIVERA que leemos: «Cum Deus sit ipsum esse subsistens, nihil de perfectio- ne essendi potest ei deesse». Y comenta: «Todas las perfecciones per­ tenecen a la perfección del ser: de tal suerte que una cosa es per­ fecta si, de alguna manera, tiene ser; de donde se sigue que, siendo Dios el mismo ser, no puede faltarle la perfección de ninguna cosa»46. Sobre la relación del Ipsum esse subsistens con los seres infe­ riores, Santo Tomás es muy explícito: «Toda esencia que no es su ser, no existe en virtud de lo que es, sino por participación»47. He aquí otro concepto, el de participación, que con el de analogía da explicación a todos los seres que no son el Ipsum esse subsistens. Es decir, a todos los seres creados. Pero de esto se irá hablando ulteriormente. Escoto percibe al ens univocum como último concepto de la mente en su ascenso abstractivo. No toma la actitud de Santo Tomás. Pero se le advierte muy preocupado por su doctrina cuando escri­ be: «No de modo asertivo, porque no se halla conforme a la opi­ nión común, puede afirmarse que a Dios se le concibe no sólo con un concepto análogo, aplicable a la creatura, sino también con algún concepto unívoco, común a Él y a la creatura»48. Esta cláusula inicial, tan modesta, no la mantiene la edición vaticana de Escoto. Pero la serena moderación es la misma. Esta moderación no impide, sin embargo, que Escoto mantenga con exi­ gencia mental la univocidad del ser. Llega a pensar que sólo la uni­ vocidad del ser da posibilidad y respaldo a los dos preclaros sabe­ res de la teología y de la metafísica49. 46 Summa Theologica, I, q. 4, a. 2 c. Para la historia de este grave problema véase J. J. U rra bu ru , Institutiones Philosophicae, Vallisoti 1899, vol. 7. Theodiceae primum: Quodnam sit costitutivum essentiae divinae metaphysicum, pp. 270-291. 47 Summa contra Gentiles, I, cap. 12. 48 Ordinatio, I, d. 3, q. 2, n. 5. (Ed. Vives, 9, p. 18 a). (La Ed. Vaticana, III, p. 18, se limita a dar la aserción de Escoto en pro de la univocidad. Se informa de los diversos mss. para orientar al investigador. Pero la actitud de Escoto, teórica y psíquica, es claramente la misma). 49 Éste es tema central de la introducción clarificadora, pero poco citada, de M. O romí a Obras del doctor sutilJuan Duns Escoto, edición bilingüe, BAC, Madrid 1966. En p. 75 escribe que de nada nos serviría tanto el ser análogo como el equí­ voco - para el conocimiento de las verdades teológicas, que es la finalidad última de la metafísica de Escoto».

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz