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12 SATURNINO ARA nuevo impulso y un discutido calificativo: nueva evangelización 13. Pero es el mismo papa Juan Pablo II quien distingue tres clases o tipos de evangelización: la acción pastoral, la misión «ad gentes» y la nueva evangelización. Lo hace en la Redemptoris missio, cuando dice: «Mirando al mundo actual, desde el punto de vista de la evan­ gelización, se pueden distinguir tres situaciones: En primer lugar, aquélla a la cual se dirige la actividad misio­ nera de la Iglesia: pueblos, grupos humanos, contextos sociocultu- rales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos. Ésta es, propiamente, la misión «ad gentes». Hay también comunidades cristianas con estructuras eclesiales adecuadas y sólidas; tienen gran fervor de fe y de vida; irradian el testimonio del Evangelio en su ambiente y sienten el compromiso de la misión universal. En ellas se desarrolla la actividad o atención pastoral. Se da, por último, una situación intermedia, especialmente en los países de antigua cristiandad, pero a veces también en las Igle­ sias más jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe e incluso no se reconocen ya como miem­ bros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y su Evangelio. En este caso es necesaria una «nueva evangelización» o «reevangelización»14. A nuestro juicio, este tercer tipo de evangelización, reevangeli­ zación, es la característica o nota especial de nuestro tiempo, gentes necesitadas de renovación cristiana. No hay que confundir la acción apostólica, en general, con la nueva evangelización, a la que el papa Juan Pablo II hace tan apremiantes llamamientos. La nueva evange­ lización se caracteriza por su ardor, por sus métodos y por la expre­ siones nuevas, tanto cuando se desarrollan la atención pastoral y sus obras concomitantes, como cuando se despliegan las obras pro- 13 Cf. González-Carvajal, Evangelizar en un mundo postcristiano , o. c., pp. 115 y ss. 14 Redemptoris missio , 33.