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34 SATURNINO ARA En el punto segundo pide que «así, a imitación de Cristo, que recoma ciudades y aldeas curando toda debilidad y enfermedad, como signo de la llegada del Reino de Dios, cumplan la misión de la Iglesia que, a través de sus hijos, se une con los hombres de cualquier condición, sobre todo con los pobres y atribulados, y se desvive gustosamente por ellos». La misión de la Iglesia, como ha sido recordado en el punto primero de la constitución 150, a ejemplo de Cristo, consiste en pres­ tar cuidados espirituales y corporales, lo que con tanta ejemplaridad vienen realizando los capuchinos de los diversos continentes, tanto en el tercero como en el primer mundo53. Concluye la constitución 150,3: «Los superiores fomenten este ministerio por ser una obra exce­ lente y eficaz de caridad y apostolado». APOSTOLADO PARROQUIAL (const. 151 ) Los hermanos, en todo momento, deben conservar su propio esti­ lo de vida y apostolado cuando se consagran al apostolado sacramen- 53 Por cierto complejo, curiosamente, de «prevaricación ante la pobreza», se había «pasado» por abandonar, al menos, por ocultar las obras llevadas a cabo por los capuchinos en el campo asistencial, tan entrañable al Seráfico Padre. Parece ser que, gracias al Señor que habla por los signos de los tiempos, se comienza a supe­ rar ese abandono y «culpabilidad». Véase, por ejemplo y para el caso de Italia, Cam- mino. I cappuccini nel sociale, Periodico mensile n. 8, ottobre 1993, anno 79, y Segretariato Nazionale Opere Sociali Frati Cappuccini, Seraphica Sollecitudo, qua- demo n. 4, pp. 33 y ss. Llamamos la atención sobre el peligro que estas obras com­ portan de ser estimadas por lo que tienen de cualidad en el servicio, y no, tal vez, por lo que suponen de específico empeño apostólico. Cuando estamos transcribiendo estas reflexiones, hemos sido testigos de la inter­ vención de uno de los hermanos, pidiendo, convencido, la entrega por parte de las fraternidades capuchinas del 0,7 %, no sé de qué, sin apercibirse que lo que deter­ minadas plataformas están reividicando por acuerdo de la ONU, tantos cristianos y los religiosos están dando por un seguimiento a Cristo y desde siglos. Mi respeto a las plataformas nuevas y mi entusiasmo por las «antiguas». Que éstas se vayan supe­ rando en lo mucho que dan y sepan también «contabilizar» ese 0,7 % y tanto de más.

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