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EL PATRIMONIO ESPIRITUAL DE LOS HERMANOS. 19 «El principal apostolado del hermano es vivir en el mundo la vida evangélica en verdad, sencillez y alegría»24. En otras palabras, el testimonio de vida, requisito indispensa­ ble, de siempre y de la nueva evangelización, que es saberse y ser consciente que se vuelve a una situación parecida a la anterior al siglo iv. Sin tanto «profetismo», término del que venimos abusando. Buscando sencillamente testimoniar, no como maestros, sino como cristianos convencidos, que se vive el amor a la espera de la Trans­ cendencia que se experimenta. Hombres contemplativos, con acen­ tuación de la experiencia mística, contacto con Dios. Alguien a quien el mundo de la técnica y el bienestar halla difícil de encontrar. Decir que vivir en el mundo la vida evangélica en verdad, sen­ cillez y alegría sea un característica de nuestro apostolado es, sim­ plemente, recordar la clave universal de toda actividad auténtica­ mente cristiana. Aparece, con todo, como una expresión válida para describir esa característica tan propia de Francisco de Asís, quien se significó por su empeño de vivir el Evangelio que, en unos momen­ tos, le llevó a asistir a los leprosos; en otros, a reconstruir ermitas e iglesias; luego, la predicación de la penitencia, etc., siempre en con­ tacto o, como podríamos escribir hoy, inserto en el pueblo25. 24 Constitución 145,2. Sobre apostolado capuchino y testimonio, véase J. B. Luquin, El apostolado actual de los Hermanos Menores Capuchinos. Sinopsis doctri­ nal de su espíritu franciscano a la luz de las Constituciones de los Hermanos Meno­ res Capuchinos, los documentos del Vaticano II y el V Consejo Plenario de la Orden, Burlada 1994, p. 29 y ss. Y sobre el testimonio, en general, U. Sartorio, La testimo­ nianza carismatica dei consacrati nella Chiesa e di fronte al mondo, en Vita con­ sacrata. Un carisma da riscoprire nella Chiesa-comunione, Padova 1994, pp. 205 y ss. 25 La palabra inserción no se encuentra en el texto de las Constituciones, aun­ que sí se encuentra en su espíritu, se afirma en Convec, Guía de estudio de las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos, Burlada 1993, p. 93, pero un tanto en contraste con cuanto se afirma en el reciente Sínodo de los Obispos sobre la vida religiosa: carisma e inserción, entendida la inserción como servicio a las Igle­ sias locales y a la Iglesia universal, no sólo a los pobres. Véase el mensaje final: Carisma e inserción en la Iglesia particular, en Ecclesia, n. 2.710, 12 de noviembre de 1994, p. 8 (1696). Véase también AA.W., La vita consacrata. Un dono del Signo­ re alla Chiesa, o. c., pp. 134 y ss: inserción en la situación socio-política y teología de la liberación; pp. 127 y ss.: misión profètica, la propia de los hombres con expe­ riencia de Dios, algo en contraste con el pensamiento doctrinal que preparó el

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