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18 SATURNINO ARA Si nos trasladamos al V Consejo Plenario de la Orden, celebrado en Garibaldi (Brasil), nos encontramos con que en el mismo se refle­ ja una gran preocupación por los fundamentos de la evangelización 21 y también sobre la actividad evangelizadora ejercida en un mundo en transformación22. Si nos situamos en el momento presente, observa­ mos que la preocupación de los hermanos se centra en la necesidad de entendimiento y captación de los cambios para adaptar a ellos el servicio del Reino, que se caracteriza por la animación23. 21 «La evangelización es un hecho fundamental para la vida y actividad de la Orden. Tiene su punto de partida en el amor de Dios por los hombres, que culmina en la persona de Jesucristo, encarnado para nuestra salvación. Su vida entera, desde el primer momento de su existencia hasta su muerte y resurrección, es parte integral de su actividad evangelizadora (cf. EN 6). Jesús envió luego al Espíritu Santo para continuar su obra de evangelización. Jesucristo es para nosotros modelo incompara­ ble de la evangelización. Nosotros integramos la Iglesia que, modelada por el Espíritu e iluminada por Cristo, camina con todos los hombres. En todas las transformaciones culturales trate­ mos de captar el sentido y la dirección de la historia que está evolucionando hacia una humanidad nueva». Nuestra presen cia p rofètica en el mundo. Vida y actividad apostólica. Documento del V Consejo Plenario de los Hermanos Menores Capuchi­ nos, celebrado en Garibaldi (Brasil), septiembre 1996, n. 41. 22 Ibidem , 42 y ss. 23 Transcribimos unos párrafos de la Relación del ministro general, Flavio Roberto Carraro, presentada en el capítulo general de 1994: * A n im azione, infatti, è l’aspetto più evangelico e ricco della nostra metodologia pastorale. I settori che ci vedono maggiormente impegnati sono quelli che costituiscono una risposta alla quo­ tidiana necessità e alle crescenti attese della vita cristiana. I nostri fratelli sono suprattutto impegnati nella predicazione popolare (missio­ ni) e per categorie, nella pastorale biblica, nella celebrazione del Sacramento della Riconcilazione, nelle parrocchie, nell’assistenza agli infermi e ai carcerati. Lo sono anche, ma di meno, nell’assistenza al mondo del lavoro e in quello dell’insegnamen­ to: come docenti e come assistenti spirituali. Significativa è pure la nostra presenza nelle opere sociali di accoglienza ed aiuto ai poveri e bisognosi. Due osservazioni In genere c’è nell’Ordine un continuo cammino di rinnovamento in questi minis­ teri. I confratelli cercano di participare a corsi di aggiornamento e formazione per­ manente in funzione della loro attività pastorale. E’ sentito il bisogno di rinnovarsi per poter realizzare l'annuncio del Regno in forma e linguaggio adeguati alla sensi­ bilità e modalità espressive del nostro tempo, nei diversi ambiente. In certi casi ed ambienti è richiesta maggior tecnicità; in altri una intelligente semplicità. E tutto questo è confortante» AO 110 (1994) 338-339.

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