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16 SATURNINO ARA sejable «progreso» por el camino de los estilos clericales o, su extre­ mo opuesto, de la secularización, sin atención, apenas, a las exigen­ cias de la vida de fraternidad. NUESTRO APOSTOLADO (const. 144) La razón básica y fundamental de la acción apostólica de los Capuchinos viene descrita, acertada y sintéticamente, en el número 144. Número que no tiene pérdida. Recuerda el punto primero: «El Hijo de Dios fue enviado por el Padre para que, asumien­ do la condición humana, anunciara la Buena Nueva a los pobres, sanara a los contritos de corazón, proclamara a los cautivos la liberación y devolviera la vista a los ciegos». Se añade en el punto segundo: «Cristo decidió continuar dicha misión en la Iglesia mediante el poder del Espíritu Santo». En una Iglesia, signo visible de salvación, los religiosos todos aparecen llamados a ser testigos eminentes y públicos, precisa el documento «Elementos esenciales de la enseñanza de la Iglesia sobre la vida religiosa»19, de esa misión de salvación, ejercida en variedad carismàtica. Consciente y consecuente con la variedad carismatica, precisa el punto tercero de la constitución 144: «Y el mismo Espíritu suscitó a san Francisco y a su Fraterni­ dad apostólica para que, según las necesidades más urgentes de su tiempo, ayudara con todas las fuerzas a la misión de la Iglesia, sobre todo a favor de aquellos que mayor necesidad tuvieran del mensaje evangélico». «En consecuencia —concluye el punto cuarto— , nuestra Fra­ ternidad, obedeciendo al Espíritu del Señor y a su santa opera- 19 Véanse, en particular, los nn. 32-37.

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