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FRAY ÍÑIGO DE MENDOZA Y FRAY AMBROSIO. 289 Tú saliste tan perfecta que siempre nos ciará vida de aquel vientre verdadera . 145 Volvamos a las Coplas del Infante y el Pecado a ver lo que el Niño responde sobre su madre: Tú debes ser sabidor, tanto quise esta doncella que vencido de su amor yo me hice niño en ella; mundo, cielo, sol ni estrella yo no quiero en igual grado . 146 (...) Es mayor en humildad que toda soberbia altiva; es tan grande su beldad que en su carne me cativa; por ella la vida es viva y tu reino despoblado . 147 A pesar de la imagen estereotipada de san José, visto en la Edad Media como un anciano ridículo y siempre puesto en contraste con las infinitas cualidades de su esposa, encontramos en Montesino esta imagen un poco atenuada en su aspereza, dejando así la posibilidad de que por su boca salga una perspectiva nueva de la Virgen. Dice: Yo no dormiría en este momento porque, esposa mía, tengo sentimiento que ya el día del gran nascimiento del rey que contiene tu vientre sagrado. 148 Al decir «esposa mía» ya san José se da cuenta de que no es verdad, porque dentro de aquel vientre vive el rey del mundo, y sigue: Tú tienes, señora, tan linda la cara, que el sol por agora no se te compara, e a Dios enamora tu gloria tan clara, Tu gran refulgencia no hay sol que la mida, ni de tu presencia quien se te despida, porque tu excelencia, señora, convida 145 Ib., p. 221, w . 227-2 32. 146 Ib., w . 241-246. 147 Ib., p. 227, w . 13-20. 148 Ib., p. 228, w . 21-36.

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