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FRAY ÍÑIGO DE MENDOZA Y FRAY AMBROSIO. 241 De su obra más importante, la Vita Christi, escrita durante el reinado de Enrique IV, se transparenta un conocimiento de los nobles y sus actividades, del monarca y de su esposa, de la corte en general que sólo su presencia en la misma podía darle. Por este conocimiento de la corte, así como de la situación política de la época, llegamos a la conclusión de que fray íñigo formó parte de la corte de Enrique IV y de la de los Reyes Católicos. En la corte de los monarcas católicos no gozó del favor del rey Fernando, ni de algunos poetas cortesanos, quienes relataron en sus versos la mala conducta que Mendoza había tenido en la primera parte de su vida religiosa. Por parte de la reina Isabel gozó de gran prestigio, y observa Menéndez y Pelayo, el cual duda sobre la veraci­ dad de las acusaciones dirigidas al fraile, «si sus costumbres hubiesen sido tan livianas (...), jamás la severidad de la reina Isabel hubiera consentido en la corte tan relajado fraile, aún antes de la reforma de los regulares, en que tanto empeño mostró aquella heroica hembra»9. Más prudente y creíble parece la conclusión de Darbord, el cual, aceptando estas reprensiones como verdaderas, atribuye la causa de sus faltas a la joven edad y a los orígenes del vivaracho fraile: «Des fougueux chevaliers de sa lignee il hérita sans doute le goût des fêtes, des femmes, des lettres profanes; des Cartagène, une certaine inquiétude d’esprit, une propension aux discours subtiles, une volonté de se pousser dans le monde. Ce temperement de “frai­ le revelador”» se calma «peu a peu, non sans efforts, et le prédica­ teur des derniers années du siècle n’était plus le jeune courtisan, qui ne laissa d’ailleurs qu’une seule et bien banale poésie d’amour profane»10. Fray íñigo fue testigo del trágico drama de Castilla bajo el rei­ nado de Enrique IV: es probable que eso le provocara la importante crisis, por él mismo mencionada, que le llevará a convertirse en «uno de los más ardorosos defensores de los nuevos monarcas, a quienes dedica varias obras políticas» n . 9 M enéndez y P eía y o , M., Obras completas, Poetas líricos castellanos, III, San- tander-Madrid, 1944, p. 44. 10 D a rb o rd , o. c ., p. 29. 11 R odríguez P uértolas . íñigo de Mendoza, Cancionero, p. XIV.

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