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258 SARA CARRARO Mendoza se sirve del sayagués no sólo para el habla de los pasto­ res, sino también para demostrar otra vez su fervorosa atención a la difusión del misterio virginal de María con las palabras de la gente más humilde 43. Siguen los pastores comparando el placer de escuchar el canto de María con los placeres que a ellos les son más cercanos: ¡Oh bien de mí, qué doncella que canta cabo el chequito! Mira qué voz delgadiella! ¡Mal año para Juaniella, aunque cante voz en grito! ¡O hi de Dios, qué gasajo abrás, Mingo, si la escuchas, ni aun comer migas con ajo, ni borregos-en tasajo, ni sopar huerte las punchas ! 44 La Virgen, para los Reyes Orientales que a ella se dirigen, es la Reina delante de la cual las reinas son labradoras! Tú las hazes almazén; tú, arca de nuestro bien, nos las desdoras y doras 45, Con Simeón encontramos los versos que explican la importan­ cia de esta mujer para ser punto de contacto entre el Dios airado por el pecado del primer hombre y la realización de su promesa de salvación. Ella llena el vacío que hay entre la infinitud divina y la indigencia radical de la creatura humana. No es el hombre quien puede acortar las distancias entre esas dos orillas. Tiene que ser Dios mismo que se encarna en la Virgen: 43 La perspectiva de los pastores es preciosa y parece una verdadera pieza teatral. En efecto, Álvarez Pellitero observa como «en la literatura castellana medie­ val no se documenta ningún texto específicamente «teatral» que plasme y confirme la evolución que vengo señalando (la de las representaciones navideñas); pero sí nos ofrece la poesía narrativa del siglo xv. En ella aparecen exponentes significati­ vos de lo que pudieron ser los más antiguos «autos de pastores». Sin duda, el más claro lo encontramos en las tan conocidas coplas pastoriles de la Vita Christi de fray íñigo de Mendoza. Cf. Á lvarez P ellijer o , «Del Officium pastorum al auto pasto­ ril renacentista», Insula, 1990 45, pp. 17-18. 44 R o d ríg u e z P u é r to la s , o . c ., p. 51, copla 145. 45 Ibid., p. 89, copla 257.

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