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252 SARA CARRARO tu descolor se colora, por tu baja hum ildad tu alma toda se altera y la grandeza del d o n 28. Y el ángel se da cuenta de la sorpresa y modestia de la doncella: El m udar de la color en tu rostro virginal le descubre tu temor al discreto embaxador de la essengia divinal29, El tema de la imposibilidad de cantar la infinita belleza de la Virgen lo encontramos en la copla 41: Quanto de tí yo magino aunque beva cuanto pueda; y todo lo que es escripto si mil veces entra en ella, es quanto lleva un mosquito él sale borracho della, de muy gran cuba de vino, mas ella llena se queda, que nunca le hace mella Nuestro autor se sirve de la comparación con el mosquito para introducir su lección doctrinal sobre la infinita grandeza de la Vir­ gen; y sigue: Y con todo su bever aún no acaba las espumas; así contigo, a mi ver, es nuestro corto entender; Encontramos la cara de la Virgen que muda color también en la cir­ cuncisión del Hijo: y la tu madre sagrada con la sangre que corría, engendida y ensañada, la color toda mudada 30, 28 Ibid., p. 11, copla 28. 29 Ibid., copla 29. 30 Ibid., p. 63, copla 180.

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