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FRAY ÍÑIGO DE MENDOZA Y FRAY AMBROSIO MONTESINO. UN ESTUDIO SOBRE DOS POETAS MARIANOS I. LA FIGURA DE MARÍA EN LA EDAD MEDIA La poesía mariana de la Edad Media, en particular la de nues­ tros dos poetas —que poetas eran antes que predicadores—, depen­ de de manera muy estricta de la oratoria sagrada de aquella época. Pero delinear el carácter de la oratoria sagrada de la Edad Media resulta una empresa ardua. En esta época la predicación se hacía solamente dentro de la misa y, por su caracter litúrgico, versaba sobre los temas de la Sagrada Escritura previstos por la misa. El fin de la predicación era el de edificar al hombre, gracias a las Sagradas Escrituras, a los Padres y a las argumentaciones racio­ nales. La regla franciscana resulta particularmente expresiva en este punto: el sermón debe dirigirse «ad utilitatem et aedificationem populi, anuntiando eis vitia et virtutes, poenam et gloriam» \ El siglo xv es el siglo de los grandes predicadores, y, cuando haya un estudio literario serio y completo sobre la Oratoria Sagrada españo­ la, los franciscanos, junto a los dominicos, ocuparán un lugar de relieve en este ramo de la literatura. La verdadera innovación de las órdenes mendicantes es el idio­ ma: no solamente hablan a la gente en su lengua vernácula, sino que rellenan sus predicaciones con elementos sencillos y a veces crudos de la vida diaria. Su declamación se enriquece de elementos cómicos y gestos mímicos, reaccionando de esta manera al sermón latino decadente con su reglas complejas. Lo que a los frailes intere­ saba era una conversión de alma y de vida, no una conversión inte­ lectual; sus recursos retóricos no tenían fines puramente estéticos, 1 Citado por J. B eneyto , Teoría cuatrocentista de la oratoria, en Boletín de la Real Academia Española. XXVT (194S) 420.

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