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212 ANDRÉS S. ÁLVAREZ Dios de amor, de reprocidad y de vida: «La fe en un Dios todopode­ roso del cielo ha llevado a la secularización del mundo, despojando a la naturaleza de su misterio divino. Lo que necesitamos es el redes­ cubrimiento de Dios Trino y Uno»7. A partir del Renacimiento la cultura occidental alejó a Dios a la esfera de lo transcendente y consideró al mundo como un algo inmanente y terrenal, un mundo despojado de su condición de crea­ ción divina, para convertirlo en objeto de dominio y explotación por parte de la humanidad 8. Lynn White sostiene que la sustitución del animismo pagano por el monoteísmo judío y la superioridad y dom inio sobre la naturaleza otorgado por Dios al hombre, según la narración del Génesis, ha conducido a la degradación del medio a través de la tecnología, un instrumento creado por la sociedad cristiana o cci­ dental para llevar a cabo el mandato de Dios de dominar la tie­ rra: «La victoria del cristianismo sobre el paganismo fue la revolu­ ción psíqu ica más grande en la historia de nuestra cultura... El cristianismo ha heredado de la religión judía la historia de la creación ... Dios creó a Adán y posteriormente a Eva para que el hombre no estuviera solo. El hombre pone nombre a los anima­ les, estableciendo de este modo su dominio sobre ellos. Dios pla­ neó exp lícitam en te todo esto para beneficio del hombre: en el mundo físico nada tiene sentido, sino servir al hombre... Especial­ mente en su forma occidental, el cristianismo es la religión más antropocéntrica que ha existido»9. Aunque tanto el budista Suzuki, como el arquitecto paisajista Ian McHarg habían sugerido esta idea, White es el primero que la propone en forma científica. En 1956 Suzuki escribía: «El deterioro de la naturaleza surge, opino yo, de la narración bíblica, en la cual se dice que el Creador dio a la humanidad el poder de dominar a toda la creación. Se debe fundamentalmente a esta historia que los occidentales hablan tanto de dominar a la naturaleza. Según el rela- 7 Jürgen M o ltm an n , Destrucción y liberación de la Naturaleza. Manuscrito, M éxico 1992. 8 Jürgen M oltm ann, Dios en la Creación, cap . 2. 9 Lynn W hite , ibid., p. 1205.

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