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¿ES LA RELIGIÓN JUDEO-CRISTIANA RESPONSABLE...? 209 Muchos desastres ecológicos, como la destrucción de los bos­ ques, la sobreexplotación de los océanos, la contaminación de las ciudades obedecen menos al desconocimiento del daño que pue­ den provocar nuestras acciones en el medio, que al interés egoísta que nos impulsa a preferir ventajas económicas inmediatas sobre beneficios a largo plazo. Es el síndrome de la tragedia de los comu­ nes (Tragedy o f the Commons), de Garret Hardin, en que la bús­ queda del mayor beneficio individual o de grupo provoca la des­ trucción de los recursos para el bienestar de todos. Así se explica la negación de China a reducir las emisiones de clorofluorocarbonos, que dañan la capa de ozono de la atmósfera, y la resistencia de Esta­ dos Unidos a firmar el documento sobre la biodiversidad presenta­ do por la Unión Europea en la Conferencia Mundial de Río de Ja ­ neiro. Para otros pensadores la actitud explotadora del hombre sobre la naturaleza radica en la filosofía occidental, ya provenga de su fuente original de la Grecia clásica, o de la Europa renacencista. El Renacimiento rompe con el teocentrismo de la Edad Media y lo sus­ tituye por el antropocentrismo, por una exaltación del ser humano, cuyas consecuencias aparecerán más tarde en su relación con el medio4. Mientras en la Edad Media Dios es el centro del saber, la meta del conocimiento no solamente filosófico, sino también de las cien­ cias naturales, en el Renacimiento se produce una vuelta al clasicis­ mo greco-romano. Ya no es Dios el objeto principal de la ciencia en este período. Se estudia y se exalta la naturaleza, lo mismo en la filosofía que en las artes liberales y, aunque los grandes pintores de la época se inspirarán todavía en motivos religiosos, como las figu­ ras de Jesucristo y de María, no será para exaltar lo divino, sino lo humano. Al pensamiento especulativo de la Edad Media sucederá una ciencia empírica basada en el experimento y la inducción. Se recha­ za el método deductivo de la Escolástica, sosteniendo que la verda­ dera ciencia consiste en el control de la naturaleza mediante el 4 Clarence J. G lacken , Man Against Nature: An Ourmoded Concept. Robert T. Roelofs et al. (Editores), Environment and Society, pp. 17-28.

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