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¿ES LA RELIGIÓN JUDEO-CRISTIANA RESPONSABLE...? 231 gar, como acto significativo, la proclamación de San Francisco de Asís como patrono de los ecologistas, en 1979. Aunque muchos con sideran que la declaración llegó, por lo menos, doce años tarde, si se tiene en cuenta que este deseo ya había sido expresado en 1960 por el zoólogo Martston Bates y por el historiador Lynn White, en 1967. Una vuelta al panteísmo o al animismo pagano, como han suge rido Toynbee y Ian MacHarg, parece absurdo o, cuando menos, una utopía. Muy pocas personas aceptarían regresar a la antigua concep ción politeísta de un mundo natural lleno de dioses o de espíritus. Pero, como admiten Booth y Jacob, sí podemos encontrar ins piración en las actitudes de pueblos primitivos, antiguos y moder nos, para la construcción de una sociedad ecológica. De los pueblos indígenas de México y de América debemos imitar su sabiduría ambiental e incorporar a nuestra cultura el pro fundo amor a la tierra, el respeto por las creaturas, y ese sentido de moderación en el uso de los recursos naturales que refrene el con- sumismo impulsivo de nuestra sociedad. A pesar de algunos errores, White ha hecho un gran servicio a la cristiandad. Su provocativo artículo, acusando a la religión judeo- cristiana del abuso ambiental, ha estimulado a los teólogos a hacer una investigación bíblica más profunda y desarrollar una teología de la creación cada día más necesaria. LA VISIÓN FRANCISCANA Lynn White cree que la raíz de la crisis ecológica es religiosa y, por tanto, la respuesta no hay que buscarla en la tecnología, sino en «una nueva» religión o una reinterpretación de nuestra vieja reli gión cristiana. El autor se inclina por la segunda opción y propone la visión de San Francisco de Asís, a quien considera la persona más «radical de la historia cristiana desde Jesucristo», agregando que su mayor milagro fue que no lo condenaran a la hoguera como a los herejes. Esa desviación de la ortodoxia, continúa el autor, hizo que San Buenaventura intentara suprimir los primeras narraciones del franciscanismo.
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