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226 ANDRÉS S. ÁLVAREZ ción de las enseñanzas de la Biblia en relación con el medio ambiente, y consideran que, en apoyo a su teoría, el autor es alta­ mente selectivo. Elige algunos textos del Génesis y pasa por alto otros pasajes como si no existieran. Muy convenientemente se olvi­ da de citar la otra narración del Génesis 2,15, que dice: «El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivase y lo cuidase». La relación del hombre con la naturaleza no debe ser abusiva. Su misión es velar por ella, cuidarla y cultivarla con el esmero y el amor de un jardinero. El debate se centra, no en la cuestión de si Dios da o no poder al hombre sobre la creación, sino cómo debería interpretarse ese poder. Según White, Dios da al hombre dominio absoluto para hacer lo que desee. No obstante, muchos escritores, como Passmore y Att- field 40, entre otros, encuentran muy difícil imaginar que Dios haya habilitado a la humanidad con la autoridad para debastar la tierra, para destruir todo aquello que Él creó y vio con complacencia. Hay numerosos pasajes en el Antiguo y Nuevo Testamento que reafirman que Dios no ha dado al hombre un poder absoluto sobre la creación, sino que le ha colocado en el mundo como un fiel admi­ nistrador41. Attfield, después de un un análisis detallado del Nuevo Testamento, concluye: «Por lo que respecta al Nuevo Testamento, es falso afirmar que, de acuerdo con la visión cristiana, todo ha sido creado para uso de la humanidad, o que la actitud del ser humano hacia la naturaleza es despótica y arrogante»42. El dominio humano no es un privilegio, sino un deber, una res­ ponsabilidad. Wendell Berry cree que la historia de la Tierra Prome- 40 John P assm ore , Man's Responsability fo r Nature, Londres, Duckworth, 1974; Robin A tt field , Christian Attitudes Toward Nature, Journal o f the History o f the Ideas (julio 1983), pp. 369-386. 41 Para Teilhard de Chardin la tarea del ser humano rebasa la de un adminis­ trador, ya que para él la naturaleza no es algo estático, no fue creada de una vez por todas por el Creador. La naturaleza está todavía desarrollándose a través de la evolución, y nuestra misión es ayudarla en ese camino hacia la consumación final. Esta doctrina está siendo desarrollada principalmente por teólogos y pensadores protestantes, como Alfred North Whitehead, Charles Birch, John B. Cobb, etc. 42 Robin A t t field , Western Traditions a n d Environm ental Ethics, Environ­ m ental Philosophy, Robert Elliot and Arran Gare (Edit.), Philadelphia, Pensylvania State University, 1983.

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