PS_NyG_1995v042n001p0207_0236

216 ANDRÉS S. ÁLVAREZ subhumano que refrenaba la tendencia hacia el abuso ecológico. Los animistas y politeístas paganos nunca cortaban un árbol o mata­ ban un animal sin antes practicar ritos de clemencia y perdón. Esta misma actitud benevolente hacia el medio ha podido ser observada en muchas tribus indígenas que practican una religión animista. En general, los pueblos indígenas han sido presentados como modelos de actitudes ecológicas, dignas de ser imitadas por los ciu­ dadanos de los países civilizados. Jeffrey A. Me Neely, jefe ecologis­ ta de la Unión Mundial sobre Conservación, organismo con sede en Ginebra, escribía: «Si la cultura humana quiere sobrevivir y prospe­ rar tiene que aprender mucho acerca de la conservación, ética ambiental y preocupación por las futuras generaciones. Y de dónde podemos aprender mejor que de la culturas indígenas»18. Alan T. Durming, en un documentado estudio sobre la relación de los pueblos indígenas con el medio, señala la importancia de las tribus indígenas para la conservación de la naturaleza y cómo la desaparición de estos pueblos y sus culturas está íntimamente rela­ cionada con la pérdida de la biodiversidad 19. Esta valoración de la naturaleza por parte de los indígenas pro­ viene de su concepción del mundo, de su religión. Como apunta Toelken, hablando de los indios de los Estados Unidos, éstos rara­ mente distinguen entre vida religiosa y vida secular. En la práctica no hay nada en la vida que no sea religioso, ya sea cazar, recoger frutos de los árboles o saludar al sol al amanecer20. Lo mismo ocurre con muchas tribus mexicanas, cuyas tradicio­ nes religiosas tienden a promover buenas relaciones entre el ser 18 Jeffrey A. M cn eely , Common Property Resource Managementor Government Ownership, en International Relations, May 1991. 19 Alan T. D u rm in g, Guardian of the Land: Indigenous Peoples and the Health of the Earth, Worldwarch Paper, 112. December, 1992. Worldwath Institute, Was­ hington. 20 Barre T o e lk e n , Seen ivith Native Eye: Hown Many Sheep ill it Hold, in Wal­ ter Capps (Ed), Seena with a Native Age (New York: Harper and Row, 1976, p. 14). Citado por Annie L. Booth and Harvey M. Jacobs en Ties that Bind: Native Ameri­ can Beliefs as a Foundation fo r the Envirenmental Consciousness, Environmental Ethics, vol. 12 (Primavera, 1990, pp. 27-37).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz