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DIOS, PROBLEMA FILOSÓFICO 201 Con esto no pretende Zubiri demostrar la existencia de Dios, sino descubrir el momento ontológico en que surge el problema y determinar el horizonte en que está planteado. No es, por tanto, un proceso demostrativo, sino mostrativo más bien. Tanto las consideraciones de Heidegger como las reflexiones de Zubiri nos introducen en otro pensamiento más novedoso que marca la pauta de la indagación actual de Dios. Me refiero a Emma- nuel Lévinas y a E. Jüngel. Ni que decir tiene que no puedo más que esbozar estas doctrinas, dejando abiertas las cuentiones que plantean. Emmanuel Lévinas, testigo excepcional de nuestro siglo y forja­ do en la fenomenología de Husserl y en la filosofía de Hegel, a la par que impregnado de los principios e ideas del judaismo talmúdi­ co, crea una singular antropología en la que el tú es afirmado frente al yo y donde el otro adquiere supremacía sobre uno mismo. Es el revelador de la propia finitud, a la vez que el horizonte de la tras­ cendencia. Por eso reclama una responsabilidad infinita que abarca todo y a todos, conduciendo más allá del ser. «La responsabilidad para con el otro — escribe Lévinas— , el-ser-para-el-otro, me ha pare­ cido que pone fin al rumor anónimo e insensato del ser»15. Piensa que la filosofía occidental o «filosofía de la totalidad», como él la llama, no puede hablar de ninguna alteridad en sentido radical, puesto que sintetiza todo en la medida en que todo cae bajo los dominios y control de la razón humana. Pues bien, frente a este planteamiento, Lévinas propone la idea de lo infinito en el sentido de lo radicalmente otro que escapa a toda comprensión posible. Esta idea rompe con cualquier totalidad o síntesis y solamente tiene lugar en la Ética, es decir, en la relación y trato correcto de los hombres entre sí. De ahí que la libertad — espa­ cio donde reside lo humano del hombre— sea una libertad vocada al prójimo. A saber, una libertad fundada en la justicia y no al revés. Aunque Lévinas no hilvana ninguna prueba racional de Dios, porque lo infinito no puede ser tematizado ni traducido en concep­ tos, no por ello rechaza su idea y su realidad. Dios se ofrece en el 15 Citado por J. M. E sq u iro l , Emmanuel Lévinas, la filosofía de la alteridad, en El ciervo, junio (1994) 26.

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