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DIOS, PROBLEMA FILOSÓFICO Para una mejor comprensión del tema, indico desde el princi­ pio los pasos que voy a seguir: primero haré un rápido plantea­ miento del problema y después marcaré, a grandes rasgos, el itine­ rario de la búsqueda filosófica de Dios. Una marcha que consta de dos tramos diferentes: el que considera a Dios como ente supremo y el que lo concibe como realidad desbordante y misteriosa. Termi­ naré con unas últimas palabras a modo de conclusión. I. EL PROBLEMA En su libro Las fiestas de locos, Harvey Cox hacía esta interesan­ te afirmación: «El lenguaje religioso, incluida la palabra Dios, sólo vol­ verá a tener sentido cuando las perdidas experiencias, a las que tales palabras hacen referencia, lleguen a ser sentidas como parte de la realidad humana. Si Dios retorna, quizá tengamos que encontrarlo en la danza antes de poder definirlo doctrinalmente »l. En estas palabras el sociólogo americano de la religión refleja la incapacidad de la socie­ dad contemporánea para acceder mentalmente a ese horizonte de realidad superior que Mircea Eliade llamó «cosmos» y Teilhard de Chardin «medio divino». La grave dificultad de traducir en categorías racionales dicha realidad ha llevado a no pocos de los pensadores de hoy a cuestionar seriamente el tratamiento filosófico de Dios. De este problema se han ocupado últimamente entre nosotros José M.a Rovi- ra Belloso y Miguel García-Baró. Actualmente lo hace J. A. Estrada 2. 1 H. Cox, Las fiestas de locos, Madrid 1972, 45. 2 Cf. M. G a rcía -B a ró , Notas sobre cómo plantear en la actulidad el problema filosófico de Dios, en Diálogo Filosófico, 2 8 (1 9 9 4 ) 4 -2 6 ; J. M. R o v ira B e llo so , La reflexión sobre el misterio de Dios en la teología del siglo xx. La tesis teológica del

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