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ORTEGA Y LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA 137 los actos humanos la tienen porque en todos ellos, más o menos, intervienen los usos, y el acto usual, al ser una acción humana con­ vertida en imposición mecánica de la colectividad sobre el indivi­ duo, pervive inercialmente y a la deriva sin que nadie pueda asegu­ rar racionalmente su exacta perduración... Las palabras no tienen etimología porque sean palabras sino porque son usos. Pero esto nos obliga a reconocer y declarar que el hombre es constitutivamen­ te, por su inexorable destino como miembro de una sociedad, el animal etimológico »50. 7.° La temática antropológica de la expresividad que, de mane­ ra sucinta, se refleja en la definición: «el hombre es sus gestos»31, tiene un eco peculiar en la ya varias veces mencionada obra postu­ ma: El h om b re y la gen te (1954) y, anteriormente, por ejemplo, en los ensayos: La expresión , fe n óm e n o có sm ico (1925), o en Vitali­ dad, alm a y espíritu (1924). Resalta Ortega, en el primero de estos lugares, cómo la «carne», a diferencia del cuerpo (entiéndase, en este caso, el cuerpo físico y objetivo, el cuerpo, por ejemplo, mineralizado, conforme explicare­ mos más adelante), tiene un intus o un d en tro que es observable también en el animal. «Ahora bien — indica nuestro autor— , cuando un cuerpo es señal de una intimidad que en él va como inclusa y reclusa, es que el cuerpo es carne, y esa función que consiste en señalar la intimidad se llama «expresión». La carne, además de pesar y moverse, expresa, es expresión»02. El lenguaje de los gestos corporales: la mirada, la risa, el llanto, determinados movimientos corporales, como, por ejemplo, el del andar..., etc., cuando se trata del cuerpo humano adquiere un senti­ do radicalmente nuevo. En ese caso es revelación (o expresión) de la intimidad humana. Max Scheler, por su parte —que, según veremos posteriormen­ te, es una de las fuentes principales de inspiración de la concepción antropológico-filosófica de Ortega— destaca y sitúa el carácter expresivo de la vida incluso por debajo de lo que denomina la 30 O rteg a,/. c. 31 O rtega ,/. c., 155 . 32 O rteg a, l. c., 138 .

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