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186 JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ MOLINERO romanticismo —sólo alma, sin mezcla de cuerpo ni espíritu— 185; o las alusiones a «las razas del norte», al pueblo germano —viven pri­ mordialmente desde el espíritu— ; a los franceses —«el francés repre­ senta una feliz compensación de sus tres potencias»; al «mediterra- nismo» del italiano y, sobre todo, del español 186 caracterizado por un «materialismo corporal»: «Comparando el español con el italiano se advierte aún más insistente «corporeidad» (sensualidad) en éste que en aquél; en cambio, mucha menos alma»l87. José Luis R odríguez M olinero Universidad de Salamanca 185 O rtega , El hombre primitivo, el hombre clásico, etc., I, 194-205. 186 «Yo llamo a este fondo último de nuestra alma mediterranismo y solicito para el hombre mediterráneo, cuyo representante más puro es el español, un pues­ to en la galería de tipos culturales. El hombre español se caracteriza por su antipatía hacia lo trascendente, es un materialista extremo. Las cosas, las hermanas cosas en su rudeza material, en su individualidad, en su miseria y sordidez no quintaesencia­ das y traducidas y estilizadas, no como símbolo de valores superiores... eso es el hombre español. Cuando Murillo pinta junto a la Sagrada Familia un puchero, diría­ se que prefiere la grosera realidad de éste a toda la corte celestial; sin espiritualizar­ lo lo mete en el cielo con su olor mezquino de olla recalentada y grasienta» ( O rte ­ g a . El hombre mediterráneo, I, 199-200). 187 O rtega , Vitalidad, alm a y espíritu, II, 473-480.

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