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ORTEGA Y LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA 165 Pero no acaba con esto la psicológica descripción orteguiana de la persona humana. Ortega nos la presenta, además, como una caracteriología: «Esta disciplina nos enseñará que las almas tienen formas diferentes, lo mismo que los cuerpos»125. ¿Por qué hay distintos tipos de hombres o personas? ¿Por qué unos presentan unas formas, caracteres..., y otros, otros? ¿Por qué en cada caso empleamos expresiones distintas para designar a unos o a otros ? La propuesta orteguiana no es la de una antropología filosófica referida al hombre en abstracto, tratando de precisar cuál es aquello por lo que el hombre en cuanto tal, o en un sentido indeterminado, se distingue del animal, al modo como ocurre, por ejemplo, con la tradicional «antropología de la razón». Es, más bien, la propuesta que se refiere a las «almas» u hombres concretos, en su multiplici dad, en su variedad, en su diversidad, intentando dar razón del por qué de tal polimorfía. Induce, escribe Ortega, «a construir una an a tomía psicológica —el subrayado es nuestro— de la persona interna»126. Con formulaciones, usuales en publicaciones sobre antropología filosófica, podríamos decir que se trata de una «antropología de los caracteres» más que de una «antropología de la esencia». ¿Por qué «se habla, en efecto —viene a comentar Ortega, aun que la forma interrogativa sea nuestra— , de almas ásperas y de almas suaves, de almas agrias y dulces, profundas y superficiales, fuertes y débiles, pesadas y livianas?». ¿Por qué «se habla de hom bres magnánimos y pusilánimes, reconociendo así tamaño a las almas como a los cuerpos»? ¿Por qué «se dice de alguien que es un hombre de acción o bien que es un contemplativo, que es un “cere bral” o un sentimental», etc. etc.?127 La antropología filosófica, según estas expresiones caracterioló- gicas, es, pues, también una clasificación tipológica de la diversidad 125 O r te g a , Para una psicología del hombre interesante, IV, 468. 126 Cf. O r te g a , /. c., 467. 127 O r te g a , Sobre la expresión fenómeno cósmico, II, 591.
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