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ORTEGA Y LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA 145 En cuanto modo de vida superior, o en cuanto plenitud de vida, la cultura, por denotar claridad, es «luz derramada sobre las cosas», es «concepto». Implica, en suma, «aumento de vida»: «El que os da una idea os aumenta la vida»47. Como ha poco hemos insinuado, la influencia, todavía presen te, de Cohén lleva a Ortega a tratar de influir o modificar la vida (española) mediante un procedimiento todavía bastante neokantia- no que pretende, metódicamente, encontrar en la cultura el princi pio último racionalizador y dotado de seguridad por cuanto es en sí mismo aproblemático y, en calidad de tal, esclarecedor del «misterio de la vida»: «Frente a lo problemático de la vida, la cultura —en la medi da en que es viva y auténtica— representa el tesoro de los princi pios» 48. Con posterioridad a las Meditaciones , ya en El tema de nuestro tiempo pero, sobre todo, en una serie de ensayos, debido a nuevas fuentes de inspiración la concepción orteguiana de la vida deriva hacia perspectivas de signo bio-psicológico, que vienen a sustituir al neokantiano tono cultural de la etapa anterior, y que tienen una meditativo, sentimental, que alienta en la zona crepuscular de mi alma. Yo aspiro a poner paz entre mis hombres interiores... Para esto es necesario una jerarquía. Y entre las dos claridades es menester que hagamos la una eminente. Claridad significa tranquila posesión espiritual, dominio suficiente de nuestra conciencia sobre las imágenes... Pues bien, esta claridad nos es dada por el concepto. Esta claridad, esta seguri dad, esta plenitud de posesión trascienden a nosotros de las obras continentales y suelen faltar en el arte, en la ciencia, en la política española. Toda labor de cultura es una interpretación —esclarecimiento, explicación o exégesis— de la vida. La vida es el texto eterno, la retama ardiendo al borde del camino donde Dios da sus voces. La cultura —arte, ciencia o política— es el comentario, es aquel modo de la vida en que, refractándose ésta dentro de sí misma, adquiere pulimento y ordenación. Por esto no puede nunca la obra de cultura conservar el carácter problemático anejo a todo lo simplemente vital... El hombre tiene una misión de claridad sobre la tierra... La lleva dentro de sí, es la raíz misma de su constitución. Claridad no es vida, pero es la plenitud de la vida» —las cursivas son nuestras— (O rtega , Meditación preli minar, en: Meditaciones del Quijote, I, 357-358. 47 O rtega , /. c., 358. 48 O rtega , l. c.
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