PS_NyG_1995v042n001p0007_0101
96 FELIPE F. RAMOS Abordar los problemas vitales desde los principios apuntados, viviendo anclados en un pasado remoto y proyectados hacia un futuro incierto, equivale a enunciar el peligro de la seducción. Por que el momento más importante, que es el presente, no es aborda do en absoluto. Por otra parte, como afirma la IBI, es necesario decir a la gente «que la Biblia no contiene necesariamente una respuesta inmediata a cada uno de sus problemas». 10.2. S u ic id io d el pen sa m ien to El fundamentalismo invita tácitamente a una forma de suicidio del pensamiento. ¿Qué pretende afirmar la IRI con esta frase? Su sentido se clarifica desde los postulados del sistema. El fundamenta lismo crea hombres débiles, sin criterio, sin discernimiento, sin capa cidad de crítica, incapaces de formar su propio juicio, irresponsa bles en sus decisiones fundamentales, sometidos a una autoridad superior y esclavizados por ella, recluidos en un parvulario religioso de donde jamás saldrán por su falta de juicio personal, con un fre cuente lavado de cerebro que les aliena con una existencia hipote cada, cómodos hasta verse exonerados de pensar por propia cuen ta. Recuérdese la prohibición de las transfusiones de sangre, los suicidios colectivos patrocinados por determinadas sectas... El principio fundamentalista que lleva al suicidio del pensa miento está en la sublimación de la autoridad en que se apoya, hasta absolutizarlo y divinizarlo. Cuando afirmamos en el número anterior (9.1) que ni siquiera la Biblia puede ser divinizada, nos referíamos a este modo de enfocar o, mejor, de desenfocar las cosas. ¿Cómo es percibida dicha autoridad sublimada, absolutizada o divinizada? Si se trata de un documento escrito, como la Biblia o el Corán, ¿basta con aducir los mandamientos, prohibiciones, principios morales o creencias religiosas para aceptarlos sin más y convertirlos en el prin cipio último de referencia de la propia existencia? ¿No será necesa rio discernir la sustancia divina del mensaje bíblico del envoltorio en el que se nos entrega o de las limitaciones humanas en que se expresa? La cuestión se agrava en el caso del fundamentalismo cató lico basado en la autoridad suprema del Papa. Un ejemplo bien reciente tenemos en la Carta Apostólica de Juan Pablo II a los Obis-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz