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14 FELIPE h. RAMOS tulados e incluso de sus contenidos teológicos. Pueden coincidir con otros grupos —conservadores, moderados e incluso liberales— en el valor y aprecio de la Biblia. Se distinguen de ellos por su opo­ sición a ultranza. Es una consecuencia que se deduce con relativa facilidad en todas las religiones del libro —cristianismo, judaismo e islamismo— . Los mismos fundadores de las tendencias fundamenta- listas más populares proclamaron originariamente sus programas y sus directrices principales como una convocatoria a una especie de guerra santa. 1 .2 . A b s o lu t iz a c ió n d e la « n o™ a » El código de dogmas y prescripciones prácticas tomadas de esos textos —Antiguo y Nuevo Testamento, la Torá y el Corán, la autoridad conciliar y la papal— se configura como el medio más efectivo para conferir nuevos impulsos a la actitud de oposición1. «Si se pregunta a cualquier adepto de un grupo fundamentalista —por ejemplo, dentro del protestantismo— por qué pertenece a ese movimiento, no es muy probable que conteste: “Porque, como cristiano tradicionalista, he visto que el núcleo de mi identidad religiosa está seriamente amenazado y, por consiguiente, me veo en la necesidad de reaccionar”. La respuesta será, más bien: “Por­ que he experimentado un segundo nacimiento, he encontrado a Jesús, me he arrepentido de mis pecados, amo a Dios y quiero convertir a este depravado mundo, incluyéndote a ti”. Pero, al mismo tiempo, el testimonio de cualquier fundamentalista —tanto de los líderes como de los simples miembros de la secta— es tan coherente con su postura de antagonismo a ultranza, fruto de aquel primer momento en que surgió el grupo, que no constituye una injusticia insistir en esa característica; es más, ese aspecto es precisamente el que ilumina todos los postulados de su concep­ ción teológica»8. 7 M. E. M arty , ¿Qué es el fundamentalismo? Perspectivas teológicas, en Conci- lium, Revista internacional de teología , I, 1992, El Fundamentalismo en las grandes religiones, 389 . 8 M. E. M arty , art. cit., 389-390.

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