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FUNDAMENTALISMO BÍBLICO 21 Ciertos excesos, protagonizados por los anti-integristas, han provocado movimientos de resistencia, dolorosas reservas e indig­ naciones. De esta forma sólo se consigue que el movimiento inte- grista permanezca para siempre en la reserva más absoluta. Pero cuando se piensa que uno mismo posee la verdad, la posición del otro provoca de forma natural una actitud de rechazo. Los unos piensan que cuentan en su favor con los «comienzos» y con la histo­ ria; los otros estiman que esta última, concebida de esa manera, equivale a nostalgia, cuando, a sus ojos, la historia no es sino impul­ so para proseguir el desarrollo 18. 2 .3 . A d h e s ió n firm e a fu n d a m e n to s in m u ta b le s Los cambios en la interpretación de la Biblia, debidos a las nue­ vas orientaciones de la exégesis crítica, la aparición de un mundo cimentado sobre otros fundamentos distintos de los considerados como tales anteriormente, el nuevo rostro del dogma y de la moral, el pluralismo de formas ensayadas para la formulación modernizada de la fe cristiana... hizo pensar a muchos en un caos total en el que nada quedaba en pie. Para garantizar la continuidad y permanencia de lo antiguo el fundamentalismo busca un nuevo poder de absolu- tización de los fundamentos. Surge así: — el totalitarismo , que se resiste a todo análisis crítico de los textos fundamentales y a toda reflexión sistemática sobre la estruc­ tura de la fe; — el autoritarismo, que excluye posibles alternativas a una postura indiscutible; — el fanatismo, que moviliza todos los medios para controlar a los fieles, llegando incluso a lavados de cerebro para posibles dis­ crepantes, y crea estrategias de defensa o, más bien, de ataque con­ tra los adversarios 19. Hemos mencionado «el pluralismo de formas ensayadas para la formulación modernizada de la fe cristiana». Esto hizo, y hace, que 18 Y. M a r c h a sso n , Integrismo, en o. c., 862-863. 19 G. M ü ller -F a h r e n h o l z , ¿Qué es el fundamentalismo contemporáneo? Pers­ pectivas psicológicas, en Concilium, n. c., 413.

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