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402 ENRIQUE LLAMAS-MARTINEZ Pero esto, a pesar de su radicalismo, no supuso la muerte del sistema como tal, ni fue algo equivalente a la supresión o desaparición de la ense­ ñanza de las doctrinas del Maestro. En los colegios de la Orden se continuó enseñando y explicando la página casi sacralizada y el sistema de Escoto. Numerosos teólogos publicaron tratados de teología, inspirados en su doctrina. Otros quedaron manuscritos. Juan de Consuegra se hace eco en su Curso de este ambiente y se convierte así en un testigo cualificado de la vigencia del escotismo en sus propios días. 2. El Escotismo y sus aspectos En este contexto y dentro de estas coordenadas hay que situar el Cur- sus, que nosotros analizamos, y de manera particular la más fundamental y universal de sus características: su escotismo. Su texto refleja las tendencias y recoge lo mejor del Escotismo de la época. El autor es sensible a cuanto se refiere a la defensa del sistema y de sus tesis más fundamentales. No olvidemos, que en su metodología, su obra debía cumplir una misión polémica y apologética59. A). El Escotismo, alma del «Cursus»: El Escotismo es algo más que una características del Cursus de Consuegra. Es su cuerpo y su espíritu, su inspiración y la forma de su configuración. Lo es todo. No es un matiz o un aspecto de una cuestión, o de un tratado. Todo el curso: en su conteni­ do, en su desarrollo, en su estructura y en la intención del autor es un trasunto y una síntesis de las enseñanzas de Duns Escoto. El escotismo es el clima y el ambiente en que se mueve nuestro autor a lo largo de todas sus páginas, y el que respira quien se acerca a ellas. Es el alma de toda su obra. Es el signo de su identidad; por eso, constituye su propio sistema. Es su propio ser, que como teólogo intenta transmitir a sus discípulos, los jóvenes estudiantes de su Provincia religiosa, y a sus lectores. Este, y no otro, fue precisamente su propósito. Así lo manifiesta en la portada misma del Curso. Desde su primera página hasta su conclusión estará principiis Sub(tilis) et Ven(erabilis) Doct(oris) accommodatus. 59. Por ejemplo, no tienen relevancia en el texto las discusiones jurídicas en torno a las Cátedras de Escoto en las universidades, ni sobre la incidencia que pudo tener la disposición de Campomanes (1770-1771) sobre la lectura de la Suma de Santo Tomás de Aquino en las cátedras de teología, que provocó una fuerte oposición por parte de los franciscanos. El pertenecía a la rama de los Descalzos, o reformados, que no frecuentaban las aulas universita­ rias.

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