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376 ENRIQUE LLAMAS-MARTINEZ bre de 19863; y sobre él publiqué, más tarde, un estudio, analizando en particular su enseñanza sobre el motivo de la Encarnación y la predestina­ ción de la Virgen María4. Con tal motivo dibujé a grandes rasgos su figura teológica, trazando las líneas maestras de su biografía escotista. Quiero completar ahora esa visión histórica, situando a este autor en el contexto de la teología de su tiempo, para conocer mejor su aportación personal al desarrollo y al afianzamiento del escotismo del siglo XVIII5. 2. Las valoraciones del siglo XVIII El desarrollo de los sistemas a través de la historia, como en general el desarrollo del pensamiento filosófico y teológico, presenta muchas vicisitu­ des y alternativas. Es como una línea ondulante, o un movimiento pendu­ lar. En algunos momentos la ondulación ascendente llega a una cima; en otros, desciende a situaciones de depresión, empobrecimiento y deca­ dencia. Estas situaciones las valora la historiografía crítica. Pero, en más de una ocasión, se han formulado juicios de valor sobre diversas épocas de la historia del pensamiento, o sobre algunos sistemas y estilos de pensar, fundados en un conocimiento parcial y defectuoso de los hechos. Ha naci­ do de ahí una deformación, o un falseamiento de la historia y de la misma realidad, más o menos pronunciado y grave. Algo así ha sucedido con la valoración teológica del siglo XVIII, sobre todo en España. En general, se han emitido juicios poco favorables y me­ nos entusiastas. Se lo considera como un siglo de probreza teológica, falto de figuras representativas, o de teólogos de primera fila, capaces de desper­ tar el entusiasmo de los estudiosos e investigadores. Tal vez los historiadores han exagerado, formulando juicios excesiva­ mente universales. Yo creo que no estamos todavía en posesión de todos los elementos, para hacer afirmaciones plenamente autorizadas sobre la 3. El estudio que presenté en ese VI Congreso Escotista Internacional llevaba por título: «Juan de Consuegra y su asportación al mantenimiento del Escotismo en elsiglo XVIII». Fundamentalmente es el texto que refundido ofrezco en estas páginas. 4. E. L lam as , «Cristología y mariología escotista en Juan de Consuegra (siglo XVIII)», en Verdad y vida, 51 (1993) 171-197. 5. El presente estudio recoge el texto de la ponencia que presenté en el VI Congreso Internacional Escotista, celebrado en Krakow en 1986. He sitentizado algunso aspectos y suprimidos algunos párrafos, relativos principalmente al entorno histórico en que vivió y escribió Juan de Consuegra su Curso de teología.

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