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JUAN DE CONSUEGRA Y SU APORTACION AL ESCOTISMO ESPAÑOL 391 • Estos juicios, tan peyorativos, aunque procedan de eminentes histo riadores y críticos del pensamiento español, de las ideas y de los sistemas científicos, adolecen, a mi modo de ver, de cierto apriorismo. No se ajustan enteramente a la realidad de los hechos; al menos, aplicados a la historia de la teología en España. Obedecen, en parte, a un conocimiento muy parcial y minoritario de la realidad documental. Ya el mismo M. Grab- mann reconocía en su tiempo que la historia de la teología de este período (1660-1760) no ha sido objeto de muchos estudios*1. Podemos decir, que no se ha progresado mucho a esta línea hasta nuestros días. De ahí que no podamos hacer juicios mucho más objetivos que los que han ido formulando los historiadores precedentes. Pero, pode mos corregirlos, en parte, suavizar, matizar y reducir esas críticas severas. A mi modo de ver, no es aplicable en su totalidad a la historia de la teología en España el juicio que hace M. Grabmann, refiriéndose en gene ral a Europa, cuando califica la época en la que vivió Juan de Consuegra, como período calamitoso, que se prolonga, dice, hasta muy adelante en el siglo X IX 38. La situación de Centro-Europa en aquel tiempo no es homologable con la España, donde se vivía una situación muy distinta en el terreno político y religioso y en el ambiente intelectual. No digo mejor, ni peor; pero, sí diversa. Allí habían fallado de plano los sistemas filosóficos y había caido en desprestigio y en parte en desuso el método escolástico. En Espa ña, por el contrario, en universidades y en los colegios religiosos estaban todavía vigentes, con mayor o menor fortuna, los métodos tradicionales y el escolaticismo. En esos años precisamente se llevó a cabo la reformar los planes de estudio, que representó una superación de los programas ante riores. En Europa se vivía y se respiraban otros aires39. • Contra los que hablan de pobreza teológica en aquellos años y de escasez de buenas obras de teología,podemos oponerel juicio del mismo Juan de Consuegra que, al exponer la razón y los motivos de laredacción de su Cursus, dice: «...mérito afficimur pudore, quum tot gravissimorum DD=(Doctorum) opera theologica et Dogmatica omnígena referta scientia undique fluant» (t. I, f. XI). relativamente recientes. Es decir: considerar definitivamente exhausto, vacío de contenido hispa no en el siglo de la ilustación». (lbid., p. 705). 37. M. G ra b m a n n , o . c ., p. 423. 38. M. G ra b m a n n , o . c ., p. 266. 39. Por la misma razón creo que solo de lejos puede aplicarse a España esta otra afirma ción del mismo historiador: «Era tan profundo el descrédito en que había caido la forma tradicional de la teología, que se cosideraba ineficaz para combatir, con esperanza de victoria, la incredulidad moderna» (M. GRABMANN, o . c ., p. 267).
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