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EL GIRO ANTROPOCENTRICO DE LA TEOLOGIA ACTUAL 325 — el discurso teológico del Doctor Sutil está entretejido sobre una densa urdim­ bre de conceptos metafísicos. No parece excesivo decir, como se ha dicho, que ningún otro de los grandes teólogos encontramos un refinamiento conceptual y especulativo como en Duns Escoto; — en el contexto en que venimos hablando no sonará a pleonasmo decir que la teología de Escoto se presenta, ya de primera impresión, como decidida y absor­ bentemente teocéntrica , frente al antropocentrismo teológico del que hemos hecho mención. Las tres características y, en el caso, «dificultades» son interdependien- tes, histórica e interiormente relacionadas. La teología «escolástica» —en cualquiera de sus apariciones históricas—: medieval, postridentina, neo- escolástica, contemporánea ha escogido la metafísica como medio para vehicular sus reflexiones sobre los contenidos de la fe. Igualmente en todos estos momentos históricos, en todos sus máximos representantes y en todo el campo de sus actividades ha querido mantenerse fiel a su teocentrismo: hablar, incluso sobre las cosas humanas, siempre desde Dios: sub ratione deitatiSy por razón de su relación con Dios. Nos vamos a ceñir a reflexionar sobre el teocentrismo del pensamiento escotista para ponerlo en confrontación con el conocido antropocentrismo ac­ tual , precisamente en los aspectos en que éste pudiera estar más legitimado. Los otros dos aspectos o dificultades los dejamos de lado. En parte podrían verse recogidos en ciertos momentos del teocentrismo que nos va a ocupar. El teo-centrismo teológico de Duns Escoto Estamos, pues, referidos a explicar el teocentrismo teológico de Escoto para ponerlo en diálogo con el antropocentrismo confesante y vigoroso de nuestra hodierna teología. Los cultivadores de la fenomenología/filosofía de las religiones, para facilitar su estudio y exposición, suelen tipificar sus incontables manifestaciones en dos for­ mas fundamentales: religión/religiosidad latréutica (doxológica, glorificatoria) y religiosidad soteriológica , salvacionista. Como es de prever estos dos tipos no suelen encontrarse en la realidad histórica en forma que diríamos químicamente pura. Siempre se trataría de aspectos prevalentes, más significados. En la religión/religiosidad de talante y tipología latréutica el hombre ‘religioso’ (‘homo religiosus’) se experimenta a sí mismo atraído y centrado totalmente por el Absoluto, entregado al servicio de alabanza y acción de gracias. En forma concomitante experimenta que en esta alabanza de Dios logra la plenitud de su vida, la vida eterna. Consiguientemente encuentra ahí la plena realización, libera­ ción, «salvación» de su ser personal, pero como valor secundario. En la religiosidad/religión clasificada como soteriológica el hombre religioso par­ te de una vivaz experiencia de su miseria (experiencia del pecado, de dolor, 10

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