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350 ALEJANDRO VILLALMONTE Dios es Caridad en sus operaciones ad extra (efective) en sus efectos, ya que todo lo que hace en referencia a la creación lo realiza movido por su Caridad. También es Caridad, para el hombre, Dios es infinitamente «Ca- ro=Carus»: objeto de valor, estima suprema. Pero no es sólo bajo este doble aspecto: también en Sí mismo, en su vida íntima de Dios como Dios es Caridad. Entre las diversas formas de amor Duns Escoto propone la caridad como ‘amor de liberalidad’. Y el amor de liberalidad (liberalitas) la descri­ be él como amor de desinterés, de altruismo, de generosidad, de plena gratuidad. Es liberal el que da sin esperar beneficio ninguno de su dona­ ción. Pues bien, esta actitud y talante de liberalidad (liberalitas) impulsa la vida y dinamismo de Dios y de los hombres. En efecto, Duns Escoto contempla la vida íntima de la Trinidad —las producciones divinas, como el dice— realizadas bajo el impulso del amor de liberalidad. El Padre, movido de amor de liberalidad dona todo su ser al Hijo. El Padre y el Hijo donan su ser al Espíritu Santo a impulso de su liberalidad. El Espíritu Santo es la Liberalidad/Caridad recibida y perso­ nal. Así se muestra que Dios es ‘formalmente’ y como por definición, Cari­ dad, amor de liberalidad38. Más clara aparece la afirmación de que Dios es Caridad ‘efective’ por los efectos, por el modo de producir ad extra. Aquí encontramos un texto muy citado y realmente notable a la hora de explicar las comunicaciones de Dios ad extra. Comunicación que Escoto cifra en su realidad más eleva­ da: el plan divino de salvación: elección (predestinación dice él) de Cristo, de los elegidos (ángeles y hombres). Y de la creación del universo, para hacer posible la existencia de Cristo y de elegidos con Cristo. Dios, dice Escoto, se ama a sí mismo con amor ordenado, cual es el amor de caridad que le impulsa amarse a sí mismo por sí mismo. Este amor de la Trinidad a su común esencia, no es un amor de egoísmo, ni de envidia, ni un impulso de amor celoso, sino de amor puro y «casto». En segundo lugar, quiere tener otros distintos de El que amen el Bien infinito de su esencia (otros condiligentes). En un tercer instante mental quiere que A l­ guien distinto le ame con el sumo amor (Vult diligi ab Alio summe): quiere a Cristo como supremo Glorificador de la Trinidad. Junto con Cristo quiere 38. La metafísica del amor liberal (amor liberalis) como vehículo conceptual para aden­ trarse en misterio de la vida trinitaria la utiliza Escoto en Lect. I, d. 3, q. única; ed. Vatica­ na XVI, p. 40, n. 8. Más explícito en Ord. d. 2, q. 7, Ibid ., VIII, p. 513, n. 4-5. El concepto de «liberalidad» lo toma de Avicena. Si bien en Lect. alude a doctores teólogos anteriores. Lo asume con claridad la Summa Halesiana , e incluso tiene ella misma precedentes. También san Buenaventura, según se expone por A. VILLALMONTE, «El argumento ‘Ex caritate’ en la Doctrina Trinitaria de san Buenaventura», en Rev. Española Teología (1953) 521-547.

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