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344 ALEJANDRO VILLALMONTE Religión del interés —religión de la generosidad Dentro de la consigna de la teología actual de unir mística y política al modo indicado, damos un paso más, concretando la operatividad de dicha consigna; nominalmente del calificativo de «mística», necesitado de preci siones siempre que se utilice. Tomo como guía algunos textos de la teolo gía de la caridad tal como la estudia Duns Escoto. Intento mostrar cómo la alta reflexión teológica de Escoto sobre la caridad ayuda a realizar aque lla consigna que a la praxis política/liberadora propone la teología actual: que (el creyente) el teólogo, sea un místico en su actividad política. Leyendo con atención las señales de los tiempos actuales me parece que se ha puesto en marcha un decidido empeño por superar la ética/reli giosidad del interés mediante la práctica de una ética/ religiosidad de la gene rosidad. Y ello bajo el impulso de un doble motivo: —la radical crítica marxista contra el ética/religiosidad burguesa, fun dada sobre el interés y egoísmo de clase; —desde su interno dinamismó, y no sólo con ocasión de esta crítica del humanismo radical, la teología ha profundizado en su propio Mensaje sobre la ética/religiosidad del amor de liberalidad y generosidad. En nues tro caso bajo la dirección de la teología escotiana sobre la caridad-liberali- dad (liberalitas). El humanismo radical de mejor calidad y nivel cultural y filosófico, como es el caso de L. Feuerbach y E. Bloch , centra su crítica de la ética/ religiosidad burguesa (unidas es estrecha colaboración) en el hecho de ser una ética/religiosidad del interés , individual y colectivo/de clase: una ética intensamente egocéntrica y egoísta. En ella la imagen de Dios —creadora de la correlativa religiosidad— no será sino una creación del deseo e inte rés humano. La burguesía ha creado el «Dios» que conviene a sus intereses de clase: un «Dios» que recompensa con la inmortalidad ultraterrena y con premios celestes a los que en este mundo han sido despojados de toda felicidad por esa misma burguesía. La religión (cristiana, la conocida y vigente en occidente) se ha tornado instrumento de alienación por defen der los intereses de las clases dominadores y privilegiadas, a expensas de los desfavorecidos por la fortuna. Eufemismo para ocultar la explotación de que han sido víctimas por parte de la burguesía ‘cristiana’ que cubría su acción bajo el dosel de lo sagrado. Pues bien, el camino único para cortar de raíz los excesos de la ética/ religión del interés del egoísmo radical, es la oferta de una ética del altruis mo, del desinterés, de la entrega generosa a la Causa de la liberación de la humanidad, no tan sólo al ideal de la salvación y liberación individual.
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