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EL GIRO ANTROPOCENTRICO DE LA TEOLOGIA ACTUAL 343 frase: non errare in amando\ Para ¡no equivocarse en el amor!30. Hablando de los motivos de credibilidad menciona, entre otros «la racionabilidad de los contenidos», la cual se percibe porque «nada hay más razonable amar a Dios sobre todas cosas como fin último y al prójimo como a sí mismo?». En este doble precepto se sintetiza la ley y los profetas31. En este contexto podríamos decir las minuciosas y árduas especulaciones que constituyen el sistema teológico de Duns Escoto, sería, en última instancia, un dilatado comentario al mandamiento de la caridad: amarás al Señor con todo tu corazón y al prójimo como Cristo nos amó. Así, pues, la teología contemporánea en una de sus manifestaciones más ricas y nuevas, se mueve en una clara tensión entre la «mística» y la «política» liberadora. El punto de partida es plenamente antropológico: el hombre creyente ocupado en la praxis liberadora. Pero desde ahí mismo se ha llegado a descubrir la necesidad ineludible de cultivar la dimensión trascendente, mística de dicha praxis: mysticus in liberatione\ , como dice la consigna. Como hemos visto hace un momento la consigna se concreta un poco más y se propone realizar la tarea de liberación/praxis política bajo la razón de caridad = sub ratione caritatis. Con lo cual actividad que llamamos praxis liberadora queda transformada en una tarea teologal. Ya que, sergún tradicional enseñanza, la caridad, al ser el alma/forma de todos los comportamientos humanos honestos —de todas las virtudes— imprime a todas el carácter de actividades teologales , en sentido más preciso. En este momento hay que colocar la valiosidad que el legado teológico de Duns Escoto pueda tener para la teología de nuestros días y de un futuro inmediato. El Doctor Sutil es un teólogo privilegiado en la presenta ción de la teología como «intellectus caritatis». Una aplicación a la metodo logía teológica de sus reflexiones sobre la metafísica de la caridad como amor de liberalidad, tanto en Dios como en el hombre. Decíamos anteriormente que la actualización del legado teológico, si fuere posible realizarla, implicaba la doble tarea de inculturación/acultura- ción del mismo. Un intercambio en el dar y recibir. Lo que Escoto aporta como suyo es la mística y metafísica de la caridad. Pero debe estar abierto a recibir y dejarse fertilizar por la fuerza que, desde la praxis política/libe radora, debe recibir la propia caridad. 30. Una anotación del propio Escoto en sus sutiles reflexiones sobre el conocimiento de la Trinidad, Ord. prol. p. 5, q. 1-2, ed. Vaticana I, p. 205, nr. 310. 31. Ord. prol. p. 2, q. un; ed. Vaticana I, p. 70, nr. 108, ed. española de la BAC, p. 85.
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