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EL GIRO ANTROPOCENTRICO DE LA TEOLOGIA ACTUAL 341 reales, encuentran una armonía en la profundidad. Algo análogo hay que admitir a nivel de las actividades prácticas, de la praxis: la praxis mística y la praxis política han de tener un «coincidentia oppositorum», si son ejer­ cidas en su profundidad última. ¿No merece la pena perseguir esta utopía? Parece, pues, que se trata de dos cosas: que la política como doctrina, en su vertiente teórica, pueda ser cultivada como una disciplina teológica. Es el primer paso que se da en esta dirección cuando se habla de la «Teo­ logía de lo político»27. Pero la meta final se conquistará cuando la praxis política liberadora se torne una actividad teologal . Para que la ciencia o doctrina política adquiera los rasgos de un saber teológico es necesario que su estudio se realice sub ratione deitatis : bajo la razón de deidad, al modo como hemos explicado. De forma analógica y anagògica la praxis liberadora se convierte en praxis teologal si se logra realizarla bajo el impul­ so de la caridad , que es la praxis que es teologal por definición, como dice Escoto: caritas est vere praxis : la caridad es formalmente praxis, y la praxis que el teólogo ha de tener en la mente es la caridad. La teología como «intellectus amoris» La fórmula la he recogido de uno de los más significados, solventes y aplomados cultivadores de la «Teología de la Liberación»28. En esta orien­ tación teológica hemos visto, desde el comienzo de este trabajo, la más notable y fecunda muestra del «giro antropológico», del desplazamiento antropocéntrico de la teología católica contemporánea. Pues bien, dentro de esta comprensión de la ciencia sagrada como «intellectus amoris» nadie, entre los teólogos clásicos, me parece mejor situado que Duns Escoto, que explícitamente definía la teología como ciencia práxica: ordenada a la pra­ xis, y la praxis como caridad y la caridad como amor ordenado, a estilo agustiniano. El propio J. Sobrino se ocupa de indicar el desplazamiento de atención desde la teología tradicional con relación a la visión moderna de la misma, al menos en los cultivadores de la Teología de la Liberación. 27. Ver Clovis B o ff , Teología de lo político. Sus mediaciones , Salamanca, ed. Sígueme 1980: una reflexión crítica, un estudio de las condiciones epistemológicas para una teolo­ gía de la Liberación que sea, con rigor teología, y no mero discurso de otro tipo menos convincente. 28. J. SOBRINO, ¿Cómo hacer teología? La teología como «intellectus amoris», en Sal Terrae 77 (1989) 379-417. J. J. T am ayo , Presente y futuro de la teología de la liberación , Madrid, ed. San Pablo 1994, pp. 66-73, recoge otros testimonios de esta pretensión de unir mística-política, de practicar la política «sub ratione caritatis», que es fácil calificar también como política «sub ratione Deitatis», ya que Dios es Caridad , en la predicación, en la carta de san Juan y en la teología metafísica de Duns Escoto. n

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