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EL GIRO ANTROPOCENTRICO DE LA TEOLOGIA ACTUAL 335 concibe a Dios como Caridad (Amor Liberal-Agape) que convida —sin envidia ni egoísmo— al hombre a convivir y colaborar en su obra. El Reino de Dios se realiza en el Reino del hombre; el Reino del hombre —su plena realización como tal— se logra haciendo tarea suya fundamental la tarea de establecer el Reino de Dios en el mundo. ¿Dónde, cuándo, cómo? Habrá que precisarlo. Desde la prevalencia de la ortodoxia hada la primacía de la ortopraxis en la teología actual Ya se dijo anteriormente que uno de los rasgos del giro antropocéntrico de la actual teología era el desplazamiento de preferencias que van desde la ortodoxia hacia la ortopraxis. Ahora bien, Duns Escoto figura en la historia de la teología cristiana como el más decidido y preciso defensor de la ciencia sagrada como ciencia práctica: ordenada a la «praxis», concebida ésta como amor recto de la voluntad, como caridad22. W. Pannenberg indica que esta calificación de la teología como ciencia práctica/praxis, implica una tendencia antropocéntrica de la misma23. Duns Escoto sería propiciador de este inicial «giro antropocéntrico» que luego se va consolidando, con diversos matices, en la teología protestante. Los teólogos católicos que actualmente prefieren la ortopraxis a la ortodoxia, lo hacen bajo impulsos de factores culturales y epocales de varia proceden­ cia. Pero ¿por qué, al definir la teología como ciencia ‘práctica’, se privile­ gia el antropocentrismo de la misma? Porque en la razón misma de deidad (en la «ratio Deitatis» objeto formal de la teo-logía) se hace entrar la refe­ rencia a la praxis del hombre. Pues se habla de un Dios «practicable» para el hombre en el amor; en la experiencia. Bajo este nuevo punto de vista el teocentrismo teológico de Escoto sería contrabalanceado por una esencial, obligada referencia al hombre, el otro centro de la ciencia sagrada. Se precisa saber a qué ‘hombre’ y a qué sufrimiento y con la muerte. Guardaron para sí la inmortalidad y a los hombres les cargaron con la espuerta», dice un texto sumerio. Platón y luego los teólogos cristianos rechazaban esta imagen de Dios. Así se comprende el trasfondo cultural y religioso que tiene la insistencia de Escoto que Dios obra no por «envidia-egoísmo-celoso de su Bien, sino por liberalidad. Texto que veremos más adelante. 22. Textos explícitos de Escoto en Ord. q. 1-2, pról. parte V; ed. Vat. I, 151-237. En la ed. española de la BAC (v. nt. 7) pp. 169-257. Comentario amplio, documentado y crítico al tema en Javier ANDÓNEGUI G ü RRUCHAGA, «Teología como ciencia práctica en Escoto. Acerca de la posición mediadora escotista en la problemática filosofía-teología del siglo XIII», en Antonianum 59 (1984) 403-481. 23. Wohlfahrt PANNENBERG alude a este tema en Teología de la ciencia y teología, Ma­ drid, ed. Cristiandad 1981, pp. 238-248 espec. También interesa leer pp. 431-447.

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