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DUNS ESCOTO EN LA INTERPRETACION DE M. HEIDEGGER 311 real, para encontrar el sentido más general de la categoría de significado llamada «nombre». Escoto indica que en lo real se descubren ciertas determinaciones o modos de ser muy comunes. Una de ellas es el modus entis. Todo lo real, por diverso que sea, es un «qué» ( Was ), un algo, un objeto. Este ser-algo es designado como un habitus , como algo duradero. Esta es la primera condición de todo aquello que es un objeto. La función del significado de esta parte del lenguaje llamada «nombre» tiende, pues, a expresar un obje­ to como objeto. Pero esto no agota el sentido más general de la función de significado. Con este modus entis va unido el modus determinatae apprehensionis. Con este se constituye la forma de significado llamada «nombre» en una deter­ minada categoría, como diferente de las restantes. Este modo constituye la «forma» de esta forma de significado, lo que la caracteriza y la distingue; lo que hace que este objeto sea éste y el otro sea otro. Estos dos modos juntamente en un solo acto constituyen el modo esencial de significado «nombre» (346-347). Duns Escoto ilustra así la antigua definición de los grandes gramáticos: Nomen significare substantiam cum qualitate. Pero Escoto afirma más, por una parte, en cuanto que la función del nombre en él no se limita a las substancias y cualidades reales naturales, sino que se amplia a los objetos lógicos y matemáticos. Y por otra parte dice menos, hablando de modus entis et determinatae apprehensionis , ya que esta fórmula es más general que la de los gramáticos y tiene una aplicación más amplia. El nombre no se limita a los objetos reales, sino que se extiende a todo objeto, exista o no. Así, el nombre «Sócrates» indica el significado de Sócrates, en tanto que es contenido de un acto que le da sentido, no como objeto que exista. Esta función se extiende también a nombres como «la nada», «la ceguera», etc., que no indican un objeto real y que, sin embargo, caen dentro de este modo de significado (347-349). El modo común de significado «nombre» tiene luego ulteriores divisio­ nes en otros modos. Hay un modus communis y un modus appropriati. Hay objetos de los cuales se puede separar un momento común y hacerlo objeto del pensar y del significar. Lo objetivo separado tiene la posibilidad de ser usado para cada uno de los objetos. Los lógicos a esto le han llamado «universales». Recientemente se habla de «representación gene­ ral». Ahora bien, si esto se entiende como un acto psíquico, no se puede llamar así, ya que los actos como realidades son siempre individuales. Si queremos darles valor general, tenemos que referirnos a un contenido. «Lo universal no es una realidad psíquica, sino una esencia (contenido de

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