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278 CEFERINO MARTINEZ SANTAMARTA Zubiri concluye su estudio Sobre el problema de la filosofía con una pregunta que apunta al cambio de horizonte: « ¿E s que no es posible la existencia de una filosofía pura que no sea más que pura filosofía ? « 9. Pregun­ ta que quedó esperando respuesta hasta la época de madurez del filósofo, en la que elabora una metafísica radicalmente «intramundana », que nunca parte de un horizonte teológico y que únicamente por radicalización puede culminar en Dios10. Zubiri concluye su estudio Sobre el problema de la filosofía con una pregunta que apunta al cambio de horizonte: «¿E s que no es posible la existencia de una filosofía pura que no sea más que pura filosofía }»9. Pregun­ ta que quedó esperando respuesta hasta la época de madurez del filósofo, en la que elabora una metafísica radicalmente «intramundana », que nunca parte de un horizonte teológico y que únicamente por radicalización puede culminar en Dios10. Este nuevo horizonte ha quedado alcanzado a partir de su obra Sobre la esencia (1962), merced a una «filosofía intramundana». Su horizonte, pues, ya no será el horizonte de la creación u horizonte de la nihilidad, sino un horizonte «posthegeliano», «postcristiano» o «post-teológico», «postnihilista», «postplatónico» y «postnietzscheano» también, en tanto en cuanto ofrece una respuesta alternativa a los planteamientos dualistas de Heráclito, Parménides y Platón, presentes en el decurso de la filosofía y supone una respuesta a los interrogantes fundamentales de la metafísica nietzscheana n. Desde una filosofía de la realidad en cuanto realidad, su filosofía es una filosofía pura , sin presupuestos «cristianos», como lo fue la filosofía griega. Y una filosofía no mediatizada , en cuanto filosofía, por el pensa­ miento cristiano de la creación. Pero también una filosofía cuyo arjé último no es ni el «ser permanente», ni el «devenir», sino la raíz o principio de todo ser y de todo devenir: la realidad en cuanto realidad. Pretende reali­ zar así el deseo de Husserl de una filosofía sin supuestos, se aferra a esta 9. X. ZUBIRI, «Sobre el problema de la filosofía», en Revista de Occidente 188 (1933) 117. El subrayado es mío. Cf. G. M arq u í NEZ A rg o te , art. c., pp. 88-89. 10. El problema de la filosofía escolástica para Zubiri está no meramente en su uso ancilar en función de la teología, sino en que esa filosofía estaba ya cargada de presupuestos teológicos en su misma estructura. Cf. Ignacio ELLACURÍA, Idea de Filosofía , en VARIOS, Ho­ menaje a X. Zubiri (Sociedad de Estudios y Publicaciones, Madrid 1965) p. 253, denomina al horizonte de Zubiri «horizonte de la factualidad intramundana». Cf. M.a Lucrecia ROVALETTI, «Filosofía y metafísica en X. Zubiri», en Revista de Filosofía U.I.A. (México) 52 (1985) 425- 428; 438-440. Gregorio Gómez Cambres, «Experiencia, sujeto y razón en Zubiri», en Pensa­ miento 44 (1988) 422. 11. Diego GRACIA, Voluntad de verdad. Para leer a Zubiri (Ed. Labor, Barcelona 1986) pp. 15ss.

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