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288 CEFERINO MARTINEZ SANTAMARIA La realidad es principio. Principio no es un simple inicio, ni es única­ mente aquello «desde lo cual» algo viene, como cree Aristóteles, «sino aquello que desde sí mismo y por s í mismo se realiza en lo fundado. Enton­ ces, sólo entonces es cuando el principio es fundamento»32. Lo que sea principio ha de conceptuarse desde lo que es fundamento y no a la inversa. El hombre, «animal de realidades», dotado de inteligencia aprehensora de realidades, es persona fundándose en la realidad formalmente. «Estar en», «apoyarse en» es «fundamento» no en el sentido de que fundar signi­ fique causar y que fundamento sea causalidad. Fundar no es ejercicio de causalidad ni en sentido clásico de eficiencia , ni en el sentido zubiriano de funcionalidad de lo real , sino ejercicio de fundamentalidad por modo de «dominación». Realizando yo mi vida entre las cosas, «es “la” realidad lo que al vivir con las cosas me domina determinando mi ser relativamente absoluto»33. La realidad me domina y me determina frente a todo. Es una determinación de la realidad con carácter de algo físico no causal sino dominante. Dominación se entiende, por tanto, como determinación física no causal o ejercicio de dominio sin forzar 34. El dominio que la realidad ejerce sobre la talidad se denomina «pode- rosidad» o «poder» e indica que realidad es «más» que talidad. Dominar es ser «más» ejerciendo poder, pero sin ejercer causalidad35. La persona se funda en la realidad, que ejerce un poder sobre ella. Es el poder de lo real o el poder de la realidad36. Dominancia tiene, pues, un sentido más amplio que causa, porque toda causa es dominante, pero no toda dominación es causal. «Causalidad —escribe Zubiri— es, en efecto, la funcionalidad de lo real en cuanto real. Poder es la dominación de lo real en cuanto real»37. 2.4. Realidad-Fundamento - Realidad-Objeto X. Zubiri denomina realidad fundamento a la realidad última. En con­ secuencia, no se trata de una realidad objeto, no es asunto deconceptos, sino que es una realidad cuya esencia es la fundamentalidad, que cobra, en virtud del carácter físico o fuerza que ofrece el poder de lo real. 32. Ibid., p. 167; cf. Sobre la esencia , pp. 509-511. 33. HD 289; cf. HD 85-88. E. R ivera de VENTOSA, «Filosofía de la religión»...,p. 517; Id., «L a experiencia de Dios en Miguel de Unamuno y Xavier Zubiri», en ActasCongreso Internacional. Cincuentenario de Unamuno (Universidad de Salamanca 1989) p. 589. F. A lluntis L earreta , art. c.y pp. 63-64. J. G. P out S oto , art. c., pp. 199-201. 34. Cf. HD 86-87. Cf. J. S ánchez V en eg as , art. c., pp. 303ss. 35. Cf. HD87. 36. Cf. HD 88, 139. 37. HD 88. Cf. M. C ruz H ernández , art. c., p. 662.

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