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CRITICA DE XAVIER ZUBIRI 287 para determinarse causalmente. Así, entre las personas, existe funcionali­ dad y auténtica causalidad personal, sin que ninguna de las cuatro causas lo explique. Por eso afirma Zubiri: «hay que introducir la teoría de la causalidad tanto natural como personal dentro de una conceptuación más amplia, la funcionalidad de lo real en tanto que real»27. Tema este que Zubiri considera central en toda metafísica. ¿Qué funcionalidad existe, entonces, entre Dios y las cosas reales? Los atributos que adjetivan a Dios como creador, causa eficiente, bien supre­ mo, infinito... no pueden ser conocidos por la razón, pues implicaría un conocimiento directo e inmediato de El como si se tratase de una realidad- objeto. Todas esas adjetivaciones son objeto de fe o creencia, lo cual no reduce su valor, aunque las relega a otro campo. Dios no es lo que hay sino lo que «hace que haya». Su presencia no es objetual sino formal: está presente de modo formal en las cosas fundamen­ tándolas, constituyéndolas como reales. Las cosas no solamente son «tali- dades» sino que patentizan la realidad como poder último, posibilitante e impelente al hallarse Dios presente en ellas. Dios es el fundamento con contenido concreto. Sin Dios las cosas ni serían reales ni podrían determi­ nar mi ser. La cosa es su concreta realidad «pero, por otro lado, está formalmente constituida en la realidad absolutamente absoluta, en Dios»28. El enigma del poder de lo real queda diluido al descubrirse que la cosa real, además de ser su realidad, es una manifestación de Dios, de una realidad que se presenta sólo como fundamento, es, en términos zubiria- nos, «la ambivalencia de la realidad que consiste simplemente en este doble momento de no ser Dios y de estar sin embargo, formalmente constituida en Dios. Por eso es por lo que la cosa es “su” realidad y presencia de “la” realidad; por esto es por lo que hay en ella el poder de lo real»29. El fundamento es un «por» abierto a lo fundado. Merced a esta apertu­ ra, el fundamento es «fundante». Fundamentar es un modo preciso, con­ creto, determinado de fundar. Fundamento no es formalmente causa, con­ tra la opinión de Aristóteles30. «Toda causa —escribe Zubiri— es funda­ mento, pero no todo fundamento es necesariamente causa»31. Que el fun­ damento sea o no sea causa es algo que hay que averiguar posteriormente. 27. X. Z u biri , Inteligencia y razón , p. 238. Cf. Félix ALLUNTIS LEARRETA, «El hombre y Dios de X. Zubiri», en Verdad y Vida 42 (1984) 73-74. 28. HD 189. Cf. E. R iv er a DE VENTOSA, «Filosofía de la religión en X. Zubiri»..., pp. 517-518. J. B añ ó n , «Reflexiones...», p. 301. 29. HD 129. 30. Cf. HD 84-86; Inteligencia y razón , pp. 167; 202-204. J. SáEZ Cruz, art. c., pp. 346ss. 31. Inteligencia y razón , p. 167.

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