PS_NyG_1994v041n001p0125_0160

LAS ARTES EN LA REPUBLICA PLATONICA 149 inclinación, que no es el mal sino el bien. Pero también puede el hombre, si su voluntad así lo quiere, desoír la recomendación divina y el anhelo del alma, utilizando sus potencias para el mal, pues es este camino más llano y fácil de seguir. Despejado el campo, eliminada la vieja creencia que man­ tenía al hombre atado a sus pasiones y a su ignorancia, Platón podrá pro­ gramar una nueva educación que venga a sustituir a la poesía que mostraba a los hombres y a los dioses cometiendo las más bárbaras injusticias en la seguridad de que una conducta mejor no tendría recompensa alguna. Al demostrar Platón que la única vía para alcanzar la felicidad no es otra que la práctica de la justicia y el ejercicio de la virtud propia del alma, a las que se puede acceder por medio del conocimiento que todo hombre puede cultivar gracias a su razón y voluntad, queda el camino llano para montar un programa educativo que venga a llenar el gran vacío existente, a la vez que dé una respuesta categórica al hombre, infundiéndole un optimismo y una esperanza de felicidad, no sólo en la vida pública, sino también en el ámbito del espíritu. Platón con ello sistematiza y entrega una respuesta racional, refutando de paso a la sofística que, al no ir a la esencia del problema, se había extraviado en disquisiciones infundadas y accesorias. 5. C a r á c t e r d e l a d iv in id a d en e l n u evo E st ado La concepción tradicional de los dioses que se venía enseñando desde los tiempos más remotos, fue sufriendo distintos cambios y tranformacio- nes debido a las exigencias que iba planteando una sociedad en desarrollo, caracterizada por un rápido avance cultural. Entre los factores que mayor responsabilidad llevaron en la modifica­ ción de la doctrina de los dioses panhelénicos, tal como la recoge y la va repitiendo la poesía posterior— con más o menos modificaciones pero conservando lo esencial—, hay que mencionar por lo menos tres de enor­ me gravitación. Primero la evolución y progreso del pueblo griego en su organización política y social, desarrollo que culmina en la democracia. En segundo término aparece el factor político-jurídico, que interpreta y orde­ na las conquistas y reivindicaciones sociales y culturales, exigiendo cada vez mayor participación en la vida pública y, finalmente, un factor prepon­ derante: el auge de las ciencias y la filosofía, desconocidas antes del siglo VI. Cuando Platón inicia sus investigaciones en torno a los problemas éti­ co-políticos, Grecia ya tenía sus modelos constituidos, su poesía formada y una sociedad organizada. Pero, también existía más de un siglo de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz