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«LAS ARTES EN LA REPUBLICA PLATONICA: 135 el modelo» 8. Por esas razones Platón tendrá que quitar al mito su antiguo prestigio asimilándolo a la apariencia y a la mentira, a pesar de los intentos hechos poco después por los defensores de la poesía cuando Jenófanes lanzó su decidido ataque a la poética9. No obstante, el mito continuaba siendo el vehículo más rápido y efectivo para acceder a la mentalidad de los educandos y de aquellas personas ya mal formadas e incapaces de cul­ tivar la inteligencia y aplicarse al estudio del ser. Platón debía elegir entre desterrar completamente el mito o dotarlo de una nueva función didáctica. Platón cree posible reorientar la función del mito. Por esta razón el filósofo volverá sobre el mito —valiéndose de él— pero, ahora al menos, con dos diferencias notables: por un lado, cuando se trate de mitos contados a los niños o al vulgo, éstos estarán entregados a educadores responsables capa­ ces de entender y mostrar la diferencia entre el ropaje meramente simbóli­ co y la verdad conllevada por los símbolos. Platón también usará el mito como auxiliar de la reflexión filosófica en círculos de espíritu ya iniciados en la filosofía, cuyos miembros no podrán, por su conocimiento, confundir los elementos externos con la intención última del mito, que quiere expre­ sar una verdad —tal como acontece con los auditores de Sócrates en La República. Por otra parte, el mito se usará siempre como correlato expreso de una doctrina que se entrega inmediatamente antes o después del cuento referido. En este nuevo punto Platón necesita comenzar a armar su nuevo siste­ ma; tiene los elementos generales que compondrán la estructura, pero falta aún la fluidez que permita darle consistencia a la nueva concepción. El filósofo se da perfecta cuenta que no es posible indagar en el alma humana separada del hombre, sino que, el estudio debe hacerse en toda su comple­ jidad, esto es: estudiar al hombre en la polis, con lo cual su investigación de ética s>e transforma en política. De ahí en adelante el hombre individual y el cuerpo social serán considerados como el anverso y el reverso de un mismo problema. Prosigue pues, Platón, estableciendo las bases para una nueva sociedad, así como los principios que deben regir el nuevo orden. Para ello Platón intenta extraer de la situación humana viva, los elementos de valor originarios que constituyen la esencia de la condición humana. 8. W. J a e g e r , o . c ., 45. 9. Ya en el siglo VI A. J. C. encontramos en Teógenes de Regio el primer representante de la interpretación alegórica de los mitos. Esta apologética pretende salvar a Homero postu­ lando que el mito no debe entenderse literalmente, sino que es menestar buscar la segunda intención o significación oculta (hiponoia). El poeta, según esta doctrina, dice algo distinto de lo que piensa, habla alegóricamente. Cfr. W. NESTLE, Historia del espíritu griego, cap. V, Barcelona 1961.

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