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124 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA T. Urdánoz, tan entusiasta de Vitoria, reconoce que J. Hóffner está en lo justo al indicar que el maestro de Salamanca descuidó dar normas sobre la organización colonial. Se consuela escribiendo: «Las Casas y su grupo doctrinal del partido misionero suplieron con creces esta laguna, y en sus famosas disputas con los colonizadores perfilaron con toda claridad las normas eternas del justo gobierno colonial»43. La historia en verdad no avala perspectiva tan optimista. No hubo ciertamente en la colonización hispana un plan fijo y coherente. Ello motivó una carencia de eficacia en la obra colonizadora, que ha tenido repercusión hasta nuestros días. Prometimos hacer un análisis de lo vivo y de lo muerto en el pensa­ miento hispano ante los problemas de América. El lector tiene en estas páginas la perspectiva que ofrecí a mis colegas profesores en nuestra convi­ vencia intelectual salmantina. Enrique R iv era DE VENTOSA Salamanca 43. T. ÜRDÁNOZ, Obras de 'Vitoria..., o. c., p. 495.

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